En la madrugada del 18 de abril del año pasado, Bambi Moreno Charpentier, por entonces bajista y cerebro musical de Tan Biónica, y contracara armoniosa de Chano, su díscolo hermano mayor, paseaba al perro por la calle Costa Rica, en Palermo, cerca de su vieja casa. Había dormido mal y tenía la luz cortada en el estudio de grabación. Sin saberlo, estaba viviendo el último día antes del parate de la banda argentina de pop de estadios más importante de los últimos años, que el 19 anunció la impasse. Aquella vuelta del perro y toda la fauna palermitana de esas horas quedaron registrados en la canción 18 de abril (como nota de voz en el celular), uno de los diez temas de El encuentro, el primer disco solista de Bambi.

Imposible hablar del álbum de este bajista de 33 años sin recordar su pasado reciente en Tan Biónica y algunos hitos que impresionan: casi 100 mil personas juntaron en un show en Pampa y Figueroa Alcorta, el 8 de diciembre de 2012; cerca de 400 mil los vieron durante el Tour Destinológico, que los llevó por 21 provincias y cinco países; y otras 70 mil los cataron en el Personal Fest de febrero de 2016, su anteúltima fecha. La última fue en Trenque Lauquen, ese mismo mes.

De ese tren enorme, alimentado también por las notas al pie de su cantante (romances famosos, choques con el auto y tales), se bajó Bambi el 19 abril. “Yo venía armadito y a los 30 me desarmé; me dio por el lado de la investigación personal y creo que este disco tiene mucho que ver con esa búsqueda interior, con volver a confiar en lo que sé hacer”, cuenta sentado en un bar de Colegiales. Este sábado tocará en La Trastienda y, visto de afuera, parece como si el tipo se hubiese bajado de un Airbus A-300 para volver a la bici. “Después de cinco o seis años muy intensos y de shows masivos, la música va tomando la forma y el color de los lugares donde tocás”, se esperanza sobre su próxima fecha.

En el proceso de composición de las nuevas canciones, un pop más climático que el que venía haciendo con Tan Biónica, se mezclaron el duelo por la separación del grupo (“Fue angustioso, pero me mantuve cerca de los fans porque para ellos era igual o más difícil”) y el arranque en la crianza de su primer hijo. “Escribiendo me fui 15 años para atrás, como si quisiera buscar la esencia de la música en mi vida antes de ser banda”, explica. Y no fue el único de la familia que quiso explorar, porque el año pasado Chano también se lanzó como solista, con el tema Carnavalintro, y hace dos meses presentó Naistumichiu, su segunda canción.

Aunque Bambi admite que el pop siempre fue su elemento, también se acuerda que de chico amaba el rock. “Me fascinaban los Pistols, The Clash y después el lado brit, con Oasis, Radiohead... Pero cuando escuché a Michael Jackson fue todo nuevo”, comenta. Para el bajista, el pop tiene una libertad que no se encuentra en el rock, un género que para él sigue siendo “muy estructurado cuando se topa con lo distinto”.

Bambi avisa que no tiene demasiado claro quién irá a verlo el sábado. Como mínimo, espera fans de Tan Biónica y curiosos de varios palos. Su apuesta para el futuro se resume en una pintada que vio hace poco en la ruta, durante su último viaje a México, que decía: “La mente es como un paracaídas. Si no se abre, no sirve”.

* Sabado 19 a las 21 en La Trastienda, Balcarce 460.