Por primera vez, el Centro Cultural San Martín ofrece un espacio para la difusión de la cultura tanguera en el marco del Festival y Mundial de Tango de Buenos Aires. La actriz y cantante Ana María Fontán fue la promotora de esta experiencia, para la cual ofreció un espectáculo en el que trabaja desde hace 17 años, y que ahora se luce sobre el escenario. Se trata de Morir y vivir en Buenos Aires, una obra musical que homenajea a Astor Piazzolla –a 25 años de su muerte– y a Horacio Ferrer.

Dirigida, escrita y protagonizada por Ana María Fontán, con dirección musical de Julián Vat, y las participaciones especiales de Pepe Cibrián Campoy y Esteban Meloni, entre otros, la puesta cuenta la historia de María, quien vuelve a Buenos Aires luego de un largo viaje para reencontrarse con un viejo amor. Pero algo sale mal, y a partir de ese momento la protagonista tendrá que aprender a lidiar con múltiples desengaños. Acompañada en escena por los músicos Julián Vat (Director de la Fundación Piazzolla), en saxo y flauta; Damián Foretic en bandoneón y César García en piano, Fontán narra la vida de María en primera persona, en un texto que combina material de su autoría con clásicos de Piazzolla y Ferrer como “Balada para un loco”, “Balada para mi muerte”, “Yo soy María”, “Balada para él”, “Preludio para el año 3001” y “Chiquilín de Bachín”, y otras piezas no tan populares como “Existir” y “Los jóvenes amantes” y “Tango del otro mundo”, que pertenecen a la obra El Pueblo Joven. 

“La idea fue sacar a la luz canciones de ellos que no son tan conocidas, o sólo lo son por quienes son muy amantes de su música, porque el objetivo es hacerlas perdurar, darles una nueva mirada y que se puedan disfrutar. La obra de estos maestros es nuestro patrimonio cultural”, revela Fontán, quien asegura que este espectáculo surgió como una necesidad. “Yo hago concerts, y había seleccionado un repertorio específicamente de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, por el que sentí una empatía muy profunda, y entonces pensé que el material daba para algo más que cantarlo”, cuenta la intérprete. 

El derrotero de María refleja la historia de todo el que vive el nacimiento y la muerte de un amor, y se enfrenta con la misma pasión a la felicidad y al drama. “Seleccioné el material de la obra en base a los temas de la vida, el conflicto existencial, la muerte y la resurrección, porque los temas de ellos me referían a esos cuatro universos. Mi idea es reflexionar acerca del hecho de que estamos todo el tiempo inmersos dentro de ciclos que no podemos dominar”, dice al respecto, y agrega: “Hay un universo de realismo mágico en el lenguaje de Ferrer, y una reflexión sobre la trascendencia de esos distintos momentos. Él y Piazzolla fueron, indiscutiblemente, dos hermosos atrevidos, vanguardistas y rupturistas, y eso es lo que me gusta de ellos. Como ser humano, me llegan al alma, y hay algo ahí visceral, que te pasa o no te pasa. Para quien gusta de su obra, el material es muy potente. Y para mí es transformador”. 

Con una larga trayectoria en el teatro de texto y el musical, Fontán encabeza también la compañía Fontango, con la que ha recorrido escenarios locales e internacionales para difundir el género local. “Con el tango ocurre algo parecido a lo que ocurre con el fútbol”, argumenta. “Messi es genial afuera, y en la Argentina algunos le pegan. Estuve en Estados Unidos, Brasil, Uruguay y México, y se vuelven locos con el tango, y acá, si bien hay mucha gente que lo valora, muchos otros no lo hacen”.

Movilizada por ese sentimiento, Fontán se puso al hombro la tarea de generar oportunidades para contribuir a esta valoración. “Con el tango siento una especie de misión”, expresa. “Hay una nueva generación de artistas, creadores, actores y cantantes apasionados por esta música, y siento que no tenemos un espacio, aunque lo generamos a pulmón. Por eso estoy muy contenta de que hayamos logrado traer, por medio de muchos apoyos, el Festival de Tango al Centro Cultural San Martín, que es un semillero de espacios de experimentación, de búsqueda y de vanguardia. Me parece importante que las nuevas miradas tengamos espacio, no sólo para expresarnos, sino para revalorizar y preservar la obra de nuestros grandes maestros, los creadores iniciales del tango”. 

* Morir y vivir en Buenos Aires se presenta en la Sala Muiño del Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551), con funciones los jueves (gratis sólo por hoy) y viernes a las 20.30.