El presidente de España, Pedro Sánchez, pronosticó en su cierre de campaña una victoria para el PSOE en las elecciones del domingo y aseguró que su partido está “imparable” frente a “una derecha y ultraderecha absolutamente desfondada”.

“Hemos hecho la mejor campaña: nos caímos, nos levantamos, pedaleamos contrarreloj, subimos todos los puertos inimaginables. Nos quedan unos metros para llegar al final y lo vamos a hacer el 23 de julio”, expresó Sanchez en un acto realizado en Madrid, ante la presencia de 4.500 personas. “Va a ser la victoria de los aplausos frente a las caceroladas, la victoria del futuro frente al retroceso, de la verdad frente a la mentira”, añadió.

El mandatario también le envió un mensaje a aquellos indecisos que no saben si ir a votar: "Es sólo un día, con un día frenamos el retroceso durante cuatro años", afirmó. “Les pido que el 23 de julio apostemos todo al rojo para ganar las elecciones, que nadie se queda en casa, todos a votar al PSOE, todos al rojo”, exclamó eufóricamente.

Horas antes de su acto de cierre de campaña, el presidente español señaló que no creía en los sondeos que auguraban una victoria de la derecha en las elecciones legislativas del domingo y defendió su gestión con cifras económicas positivas, como el principal argumento para convencer a los votantes indecisos, un 20% del electorado según estimaciones. "Mi diagnóstico particular es que el Partido Popular (PP) está desfondado, (y) que el Partido Socialista está remontando", afirmó el líder socialista en una entrevista en la televisión pública, aunque las encuestas seguían mostrando que el PP de Alberto Núñez Feijóo es el favorito.

El cierre de Feijóo

Mientras tanto en La Coruña, el candidato del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, afirmó que se propone "ser el presidente del Gobierno de todos los españoles para dejar atrás 5 años de tensión del sanchismo". Y añadió: “No tengo más objetivo que hacer caso a los intereses de los ciudadanos. No tengo deudas con nadie, no tengo pactos con nadie, no tengo que estar sometido a nadie, salvo al conjunto de los españoles. A nadie más”.

Más temprano, Feijóo dio en una entrevista para el medio español Cope, en la que recalcó que no renuncia a poder gobernar "en solitario" porque lo considera lo mejor para España, tal como sucede Andalucía, Madrid o Galicia, donde el PP gobierna con mayoría absoluta. Sin embargo, indicó que serán los votantes los que decidan en las urnas "si quieren un Gobierno de una pieza" o "prefieren un Gobierno en coalición". También afirmó que Sánchez "si puede, va a bloquear el Gobierno de España porque dijo que aún perdiendo, su objetivo es gobernar".

El PP, desbancado del poder en 2018 por una moción de censura en el Congreso --liderada por Sánchez-- cree que llegó su momento de volver a gobernar. "Yo noto una pulsión de cambio" en el país, indicó Núñez Feijóo en una entrevista en el diario español El Mundo, cuyo lema de campaña es "derogar el sanchismo", es decir, revertir muchas de las leyes impulsadas por el gobierno de coalición de los socialistas con la izquierda más dura.

Núñez Feijóo sufrió un traspié con las pensiones, un tema muy sensible en la opinión pública. El líder conservador afirmó que su partido siempre indexó las pensiones a la inflación cuando estuvo en el poder, una afirmación que tuvo que matizar luego de que una periodista le hiciera ver que no era cierto. El PP también sufrió desgaste durante la campaña por sus negociaciones con Vox para formar gobiernos municipales y regionales, en las cuales la extrema derecha logró imponer algunas de sus prioridades, como la negación de la "violencia de género" o la supresión de oficinas para luchar contra el cambio climático.

El panorama electoral

El conservador PP llega a estos comicios con el impulso que le dio su victoria en las elecciones autonómicas y municipales del último 28 de mayo, en las que le arrebató a los socialistas alcaldías importantes como las de Sevilla y Valencia, además de revalidar con mayoría absoluta los gobiernos en la ciudad y en la comuna de Madrid.

Estas elecciones llegaron de manera inesperada a los españoles, ya que se esperaban para diciembre. Pero Sánchez las adelantó tras los resultados que los socialistas obtuvieron en los comicios, lo que obligó a improvisar una rápida campaña en pleno periodo estival. Los principales candidatos se lanzaron pronto a los programas de televisión, emisoras de radio, podcasts y periódicos, que desplazaron en cierta medida a los tradicionales mítines en los que los políticos recorren el país para rodearse de sus simpatizantes.

Los sondeos muestran que el PP no logrará la mayoría absoluta necesaria para formar un ejecutivo, por lo que podría verse obligado a aliarse con el partido ultranacionalista Vox, en un país donde la extrema derecha no estuvo en el gobierno desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975. Tampoco se descarta la posibilidad de un bloqueo electoral --algo parecido a un empate--, si no hubiese mayoría viable ni en la derecha ni en la izquierda, lo que llevaría a nuevas elecciones, un escenario de inestabilidad que el país ya vivió en 2015 y 2019 cuando hubo que repetir los comicios.