Trabajadores y trabajadoras de la salud del Hospital Borda marcharon este martes a la sede del Ministerio de Seguridad porteño para exigir soluciones frente a diversos hechos de inseguridad que sufrieron dentro del hospital en las últimas semanas. El último caso ocurrió la semana pasada cuando dos enfermeras tuvieron que defenderse solas de un hombre que ingresó a robar y las amenazó con un cuchillo. El personal de enfermería se encuentra en "estado de alerta y movilización" también por las condiciones precarias en que trabajan en el marco de lo que califican como un "ajuste" en el presupuesto del hospital: "No tenemos la cantidad de enfermeras para poder atender cómo corresponde", advierten a Página/12.

El hecho que hizo estallar la bronca de los y las trabajadoras del Borda ocurrió durante el turno noche del viernes pasado. Según contó a este diario Nancy Albornoz, enfermera del hospital e integrante de la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE), esa noche "ingresó una persona ajena al hospital e intentó robar medicación y las pertenencias de las compañeras". "De casualidad había dos enfermeras juntas en un servicio, porque no contamos con personal de enfermería suficiente y por lo general sólo hay una enfermera en cada uno de los servicios. En este caso ellas se defendieron porque el hombre las amenazó con un cuchillo, y pudieron dar aviso porque justo llegaba el recambio de guardia", relató la enfermera. 

"Lamentablemente no es la primera situación de violencia que vivimos en el hospital porque no contamos con una infraestructura que nos permita trabajar seguras. En los servicios del fondo no tenemos teléfonos internos para llamar a la guardia médica o a la seguridad, en el parque no hay luces y es una boca de lobo, y no se puede llegar segura a los servicios si no vamos en grupos de dos o tres compañeras", enumeró Albornoz. El ataque a las dos enfermeras terminó por colmar la paciencia de los y las trabajadoras que en asamblea decidieron marchar este martes a la sede del Ministerio de Seguridad porteño. 

La columna concentró a las puertas del hospital a las 9 de la mañana y desde allí recorrió las calles de Barracas hasta Avenida Patricios al 1100. Allí, contó Albornoz, fueron recibidos por funcionarios del Ministerio y representantes de la empresa de seguridad privada que opera en el hospital. "Nos ofrecieron botones antipánico, pero el lunes ya intentaron instalar uno y ni sabemos si funciona. Otra de las propuestas es aumentar a nueve los vigiladores por turno, pero es una propuesta precaria de por sí, no satisface las demandas ni garantiza la seguridad física del personal ni mucho menos de los pacientes", sostuvo la enfermera. 

"Hoy tenemos un predio grande y ambicionado hace muchos años por los negocios inmobiliarios, que está totalmente descuidado: sin arreglo del parque ni del césped, con una poda indiscriminada y sin luces", agregó. En abril se cumplieron diez años de la brutal represión de la entonces Policía Metropolitana en el Borda, en el marco del operativo para demoler el "Taller 19", en el que los pacientes realizaban diversas actividades. Detrás de la demolición se escondían intereses inmobiliarios, con la construcción del Centro Cívico de la Ciudad impulsado por el Gobierno de Mauricio Macri como objetivo. El proyecto finalmente no se llevó a cabo, pero los y las trabajadoras advierten que desde entonces el predio sufre un abandono cada vez más profundo. 

La próxima reunión con funcionarios quedó pautada para el 9 de agosto y allí buscarán discutir al menos la instalación de luminarias en el parque. A la situación dentro de los terrenos del hospital, en tanto, se le suma además la de las inmediaciones: "Con el Moyano, el Rawson y el Tobar García estamos en un triángulo muy vulnerable, sin luces en las calles y con un transporte público que después de las diez de la noche es súper acotado. Estamos a la deriva y librados a nuestra suerte, cuesta muchísimo trabajar en estas condiciones", señaló Albornoz. Mientras tanto, el personal de enfermería se encuentra desde hace semanas en "estado de alerta, movilización y asamblea permanente", según dijo la enfermera a este diario. 

Es que, más allá de los hechos de inseguridad, denuncian que trabajan en condiciones de "precariedad" en líneas generales. "No tenemos la cantidad suficiente de enfermeras para poder atender como corresponde a la poblaciónHay un ajuste con falta de presupuesto que se traduce en precariedad laboral. Muchos de los compañeros terminan optando por renunciar al cargo porque el sueldo es muy bajo", sostuvo la enfermera, que agregó que "no vamos a dejar de exigir las condiciones mínimas para trabajar dignamente y que se contemple el ingreso de personal de enfermería que necesitamos con urgencia".

Desde la ALE, en tanto, reclamaron la intervención en la situación de Fernán Quirós, titular de la cartera sanitaria porteña. "¿Ustedes creen que alguien del Ministerio de Salud se comunicó con las compañeras agredidas? ¿O que Quirós nos convocó a reunirnos? Nada de nada. Siguen como si no hubiera pasado nada haciendo marketing electoral", advirtió en este sentido Andrea Ramírez, presidenta de la Asociación. La enfermera agregó que "el Gobierno de la Ciudad no garantiza salario digno, no garantiza presupuesto para personal y no puede asegurar que no arriesguemos la vida para cuidar a nuestros pacientes, que es lo que queremos y nuestro trabajo".