Cualquier parecido con la realidad, no es pura coincidencia. "El más grande", ese hermano mayor que es "lo más", devenido Elvis Presley de la casa. "El enojado", que se pone la campera cual Pappo y canta: "estoy enojado, no me dejan hacer todo lo que quiero y en mi casa soy el rey... Invitar a mis amigos que se queden a dormir y que todos hagan lo que se me ocurra a mí". La historia de amor del que se va de vacaciones y extraña tanto... al celular ("Amor celular"). Las canciones que canta y lleva a escena (con todo lo que eso implica) Capitán Sanata parten de un ejercicio simple y complejo: observar lo que pasa alrededor cuando hay niñes cerca. Y volcarlo en canciones con mucho humor, amor y comprensión (y, por qué no, una dosis de compasión). Con un segundo disco listo para mostrar, Ahora después, la banda que lidera Pablo Herrero se presenta este jueves a las 15 en el Konex (Sarmiento 3131). 

"¿Qué, pusieron cámaras en casa?" "Es increíble cómo reflejaron esto que nos pasa" "Esta canción es tal cual mi hija" O: "¡Esta canción es tal cual mi papá!" Son algunas de las frases que los integrantes de la banda cuentan que reciben a modo de devolución de los niños y niñas, y de los adultos y adultas, que también son convocados a cantar y bailar durante el show. 

Además de Herrero en la voz y el desarrollo de los personajes, están Federico Meier, coautor de los temas, también en bajo y dirección musical, Eliana Liuni en vientos, percusión y objetos, Laura Alonso en voces y coros, Mario Gusso en batería y percusión, Claudio Iuliano en guitarras. Para el último disco se sumó en la producción musical y arreglos a Javier Mareco.

Historia de familia

Herrero tiene toda una trayectoria ligada a las infancias, que es también una cuestión de familia: su padre, Pablo, actor, titiritero y fundador y de la compañía El Juglar, es toda una referencia del campo; su hermano Javier comparte con Alejandro Carroll Mundo Arlequín, otra propuesta con mucho humor y calidad. Pero además, durante 29 años integró el reconocido grupo Los Cazurros, que recientemente quedó sólo a cargo de Ernesto Sánchez. "Decidimos abrir los caminos, la otra vez decíamos que nos dividimos para multiplicar, y me parece muy ajustada esa idea. Los Cazurros van a seguir con toda la dinámica y la energía que le pone Ernesto a sus proyectos, y yo me abrí a otros nuevos y distintos", cuenta Herrero, que además de Capitán Sanata encara diferentes trabajos con el canal Pakapaka y como conductor. Sus trabajos ligados a las infancias, en definitiva, permanecen con una marca que es muy propia: la del humor y el absurdo para dirigirse a ese público tan exigente, divirtiéndose a la par de ellos.  

Capitán Sanata tuvo una cantidad de funciones por distintos puntos del país, y la del Konex habrá también mucha teatralidad puesta en juego. "Cada canción es una historia y cada historia tiene su personaje. En la mayoría de las canciones, ese personaje aparece, como si me fuera poniendo disfraces", cuenta Herrero. 

Las canciones de Ahora después --el nuevo disco, después de Paseando calefones-- surgieron durante la pandemia, y llevaron, cuenta Herrero, un largo proceso hasta cobrar su forma final: "Nos tomamos mucho tiempo porque cada una tiene una temática definida y clara, y trabajamos en profundizar esas temáticas: la pérdida y el recuerdo, o las preguntas que los chicos tienen en su imaginario (esa canción surgió de preguntas textuales de nuestros hijes, cómo '¿dónde se van los días cuando ya los vivís?'). Muchas canciones están trabajadas con profesionales de las infancias, pedagogos, psicólogos o colegas. Es una búsqueda que tiene que ver con los nuevos caminos, con encontrar nuevos lenguajes artísticos y profundizarlos".

Herrero se enorgullece de que dos de las canciones del nuevo disco --"Únicos", que aborda el tema de la identidad, e "Himno paparulo", toda una reivindicación del juego--, ya se estén compartiendo en las escuelas, y los chicos y chicas les hayan hecho devoluciones "increíbles". También de una característica inusual en los espectáculos infantiles, y es que logran sumar a los chicos un poco más grandes, entre unos 10 y 11 años, y no sólo a las primeras infancias.

Con el humor como clave, y también con una invitación a compartir música entre chicos y grandes, las canciones de Capitán Sanata suenan para todas y todos.