"Una incitativa en donde un grupo de productores, que buscan la mejora técnica, el agregado de valor y la transformación productiva y sustentable, consigue un acompañamiento y un asesoramiento técnico, que es financiado por el Ministerio de Desarrollo Agrario". Así describe el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, el programa Desarrollo Rural Bonaerense, que pone en el centro al trabajo colaborativo entre pequeños y medianos productores.

El municipio de Las Flores recibió el quinto Encuentro de Grupos de Desarrollo Rural Bonaerense. En el Club Unión Deportiva de la localidad de Pardo, se hicieron presentes más de 110 productores de la región Cuenca del Salado, abocados a la producción ovina, porcina, apícola, hortícola y a la ganadería regenerativa. 

Las tierras que supieron ser propiedad de Juan Manuel de Rosas y su familia, fundadores del partido durante el siglo XIX, cobijan hoy la producción agropecuaria como sostén para el desarrollo comunitario. En ese sentido, el Ministerio de Desarrollo Agrario eligió el municipio gobernado por Alberto Gelené para recibir a los productores bonaerenses de la región, en el marco del Programa de Desarrollo Rural Bonaerense. 

Allí, se presentaron las líneas de financiamiento y se dieron a conocer los diversos programas que impulsa la cartera agraria. Los productores, además, participaron de charlas relacionadas a la ganadería regenerativa y la agricultura familiar. Luego, los funcionarios provinciales compartieron la experiencia de la Cooperativa el Vellón de Oro, que se dedica a la comercialización de carne y el agregado de valor a la lana, y se  analizaron los avances de los grupos Desarrollo Rural Bonaerense, en el que participan  proyectos vinculados a la diversificación de la producción, la sanidad de los rodeos, las transiciones a sistemas productivos sustentables, la mejora en la oferta forrajera y el perfeccionamiento de los rendimientos y estrategias de comercialización directa.

La importancia del arraigo

Desde su lanzamiento en 2021, el programa realizó tres convocatorias, de las que participaron 91 grupos de productores. De ese total, 14 pertenecen a la región Cuenca del Salado. Javier Rodriguez explicó a BuenosAires/12 que, acciones como esta, fueron formuladas "para afrontar el desafío del agregado de valor". "Todos llevan adelante este desafío, que para nosotros es un reto que, a gran escala, tiene toda la producción agropecuaria: agregar valor en cada una de las localidades y en cada uno de los distritos bonaerenses".

El ministro refuerza sus palabras cuando dice "en cada una de las localidades", y esto no es una casualidad. A lo largo de su mandato, la gestión hace especial hincapié en el arraigo, que es tomado como herramienta para fomentar las producciones locales y acotar así el éxodo rural. "En muchos lugares, el problema estructural que tenemos es el desarraigo, y generar nuevas oportunidades de trabajo es una acción que apunta a revertir esa tendencia", dice el ministro, que entiende que "para combatir el desarraigo se requieren medidas y acciones integrales".

En diálogo con este diario afirma: "Esto va atado a la mejora de la infraestructura, por eso se fomenta el Programa de Caminos Rurales, de Conectividad rural, las líneas de trabajo en el sector agroalimentario y la mejora en el acceso a las condiciones de salud". También explica que "generar arraigo no es un trabajo único de la cartera agraria", y en esa línea subraya la importancia de Turismo "para que en cada localidad haya oportunidades de trabajo", mientras destaca que "en educación es indispensable el Programa Puentes, para que los estudios universitarios puedan llevarse adelante en los distintos municipios".

Respecto a ese último punto, es importante destacar que la llegada del Programa Puentes, que acerca los estudios terciarios a los municipios de la provincia de Buenos Aires que no cuentan con una Sede Universitaria propia, tiene otro eje que lo posiciona como fundamental para la generación del arraigo. Juan Brardinelli es director del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico, y el área de la Jefatura de Asesores encargada de impulsar la política. 

En diálogo con BuenosAires/12, Brardinelli explicó que son los municipios los que deciden qué carrera es la más conveniente para dictar en cada uno de las sedes que se abren en los distritos y, a partir de allí, se comienza un trabajo de articulación con las universidades "para buscar una oferta que se ajuste a las necesidades y los proyectos de cada lugar". "Desde el Consejo, apuntamos a carreras que tengan que ver con la ciudad, tanto con necesidades de sus sectores productivos, como también con sus proyectos. Hay ciudades que tienen proyectos de desarrollo en un área específica, entonces tratamos de hacer hincapié allí y usamos la universidad y toda su amplitud y conocimiento, para fomentar el desarrollo y darle la fuerza que necesita cada territorio. Es una interacción muy interesante, allí se construyen y se encuentran los puntos de desarrollo", detalló el director.