La inflación en el conjunto de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se ubicó en junio en un promedio de 5,7 por ciento interanual, ocho décimas menos que en el mes anterior, continuando su rápida tendencia al descenso, informó el organismo. De los 38 países del bloque, todos registraron bajas excepto Alemania y Japón. Además, el número de países con inflación en doble dígitos cayó de nueve a cinco.

Tanto la energía como los alimentos, principales factores de la escalada de precios registrada en los dos años anteriores, continuaron en descenso. La energía cayó 9,6 por ciento respecto de un año atrás (frente al –5,2 por ciento de mayo), descendiendo su valor en 27 de los 38 países; mientras que, en el caso de los alimentos, los precios crecieron 10,1 por ciento en relación con el 10,9 por ciento de mayo. De todos modos, los bienes alimenticios continúan siendo un importante aportante de la inflación, superando el 10 por ciento de incremento en 26 países en junio.

Por otra parte, el indicador núcleo o subyacente, que excluye los valores de estos dos componentes, promedió 6,6 por ciento en junio, tres décimas menos que en mayo, indicó el organismo con sede en Paris. Esto significa que este índice, en la mira de los principales bancos centrales a la hora de decidir continuar o finalizar la suba de las tasas interés en los últimos meses, continúa mermando, pero lo hace a un menor ritmo que el dato general.

Los servicios, uno de los principales componentes de la inflación núcleo, cayeron de 5,7 a 5,4 por ciento anual en junio.

Entre los diversos bloques de países miembro, la inflación en el G7 se ubicó por debajo del índice general, bajando de 4,6 en mayo a 3,9 por ciento.

El descenso más marcado fue en Italia donde bajó de 7,6 por ciento anual a 6,4 por ciento, por la pronunciada incidencia de la caída de los valores enérgicos; mientras que en Estados Unidos bajó un punto, de 4 a 3 por ciento. También hubo desaceleraciones –aunque menos pronunciadas- en Francia, Reino Unido y Canadá.

La excepción en el grupo de potencias fue Alemania, cuya inflación creció de 6,1 a 6,4 por ciento anual, tras tres meses consecutivos de descensos, a causa de una escalada en el indicador núcleo, y un efecto de base respecto de junio de 2022, mes en el cual entró en vigencia un descuento temporal en los combustibles y en los pasajes de transporte público.

Por otro lado, en Japón la inflación sigue estable, sin moverse del rango del 3,3 por ciento anual, y sin registrar un descenso a diferencia de los demás países, donde la inflación tuvo, en su momento, una escalada mayor.

Por su parte, en los 20 países de la Eurozona la inflación en junio bajó de 6,1 a 5,5 por ciento, con caída en la energía y los alimentos, y un ligero repunte en el componente núcleo. El indicador adelantado de julio publicado por Eurostat anticipa una nueva caída hasta 5,3 por ciento, con el índice núcleo manteniéndose estable.

Por último, entre los países del G20, la inflación bajó de un promedio de 5,9 por ciento anual en mayo a uno de 5,5 por ciento en junio, con caídas en Sudáfrica, Brasil, Indonesia y China; e incremento en la Argentina e India.