Los productores porcinos y tres de las cuatro entidades agropecuarias de la mesa de enlace rechazaron la decisión del Gobierno nacional de abrir la importación de carne porcina desde Estados Unidos, a cambio de que la administración norteamericana habilite, finalmente, la importación de limones argentinos. Quienes se oponen advierten sobre el impacto que tendrá en la producción local y los riesgos sanitarios, por los que la Argentina mantenía el ingreso cerrado desde hace 25 años. El encargado de defender la decisión del macrismo fue el presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, que bregó por el "comercio abierto".

La Casa Blanca celebró ayer que se avanzaría en las verificaciones sanitarias para reanudar la exportación de carne porcina desde los Estados Unidos. En paralelo, la Cancillería emitió un comunicado indicando que Estados Unidos había dado la autorización definitiva para la importación de limones, que ya había sido celebrada desde la Casa Rosada en dos oportunidades aunque sigue sin concretarse. La apertura de la importación porcina, tras 25 años de trabas para proteger la producción local y por cuestiones sanitarias, fue anunciada desde Washigton, tras la visita del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, a la Casa Rosada.

"Funcionarios argentinos de seguridad alimentaria visitarán Estados Unidos para llevar a cabo la verificación 'in situ' del sistema de inspección de carne, después de lo cual las exportaciones de carne de cerdo se reanudarán en espera de la resolución de cualquier problema técnico pendiente", destacó la Casa Blanca.

La Federación Agraria publicó un duro comunicado en el que apunta contra la prédica  de "mayor competitividad" del Gobierno nacional y el slogan repetido por el presidente Mauricio Macri, que reza por convertir a la Argentina "del granero del mundo al supermercado del mundo".  "En lugar de ser supermercado pasaremos a ser el depósito donde los Estados Unidos metan las cosas que no puede ubicar en otros lugares", apuntó la federación y agregó: "El ingreso de carne de cerdo de los Estados Unidos, tanto como de otros países, nos pone a los productores a competir en condiciones desfavorables".

Frente a estas situación, la Federación Agraria también puso el dedo en la llaga sobre las políticas de Cambiemos para fortalecer las economías regionales: "El Gobierno dice querer fomentar la producción nacional y el agregado de valor, pero atacar de esta manera a la producción porcina nacional implica desconocer el rol que ésta cumple en las economías del interior del país, el empleo directo e indirecto que genera a través de muchísimas actividades anexas".

Coninagro, otra de las entidades que integró la mesa de enlace contra la Resolución 125, consideró "negativa" la decisión de Cambiemos y aseguró que se realizó "sin previsión". "Así los productores y las empresas no saben cuándo invertir", destacó su presidente, Carlos Lannizzotto, en diálogo con Télam, derribando otra de las banderas de la política económica que promete el macrismo. "Con estas cosas parece que el fantasma de la importación nos va a dar todos los días un dolor de cabeza", aseguró Lannizzotto. 

La tercera entidad de la mesa de enlace que se pronunció contra la decisión fue la CRA, cuyo presidente, Dardo Chiesa, se opuso a la apertura de la importación de cerdos norteamericanos. "La Argentina prácticamente no consume carne fresca, sino procesada en jamón o embutidos; y ellos nos van a vender pechito y bondiola, que son los cortes de más valor y los que te deprimen los precios". "Entra mucho volumen y compiten con los precios y genera un sobrestock", adelantó Chiesa. 

Por su parte, la Asociación de Productores Porcinos (AAPP) advirtió que "no sólo es un problema porque suma una competencia a la producción argentina, Estados Unidos tiene una enfermedad que no tenemos nosotros y se puede propagar enseguida". El  titular de la AAPP, Juan Uccelli, agregó que la decisión del Gobierno busca "quedar bien con Estados Unidos", pero "intercambiar los limones por los cerdos es nocivo para todos los argentinos".

En soledad para defender la decisión de Cambiemos quedó el titular de la Sociedad Rural, quien reafirmó "la vocación de tener un comercio abierto" y confió en que el gesto logre abrir las puertas al restrictivo mercado estadounidense: "Así como Argentina está analizando la posible ​apertura de nuestro mercado para la carne de cerdo​​, conforme a las normas de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el gobierno estadounidense debe propiciar que se avance en los procesos abiertos para la exportación de carne vacuna, ovina​, limones ​y cítricos dulces". 

Con más cautela, desde la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne consideraron que "hay que esperar a ver qué pasa cuando ingresen los primeros lotes", pero recordaron: "Nunca una importación es buena para los trabajadores".