Tres personas murieron y otra se encuentra internada en grave estado en Leongatha, un pueblo a dos horas de Melbourne, Australia, por haber ingerido accidentalmente hongos venenosos en un plato que había preparado una mujer para sus familiares y amigos, informó la policía local.

Según los reportes del caso, que mantiene en vilo al país oceánico desde hace unos días, el accidente se produjo cuando los comensales comieron por error unas amanitas phalloides, consideradas como las setas más mortíferas del mundo, en un solomillo que había preparado una mujer para sus suegros y amigos.

La anfitriona, Erin Patterson, explicó hoy que compró los champiñones en un supermercado asiático y aseguró que fue un accidente, según consignó la agencia de noticias AFP.

Patterson fue quien preparó la comida y la única que no sufrió las consecuencias del consumo de las setas venenosas, que terminó con la muerte de los otros tres comensales y la internación de un otro.

"Estoy devastada cuando pienso que estas setas pudieron contribuir a la enfermedad sufrida por mis seres queridos", explicó en un comunicado. "Quiero repetir que no tenía ninguna razón para hacer daño a estas personas a las que quería", agregó.

Patterson preparó el plato para sus suegros, Don y Gail Patterson. También estaban invitados un pastor baptista, Ian Wilkinson, y su esposa Heather.

Sus suegros y la esposa del pastor murieron unos días después, con síntomas de una intoxicación alimentaria, mientras que el pastor sigue en estado crítico pero estable.

"No hice nada, los quiero", declaró llorando a los periodistas la semana pasada Patterson, que hasta el momento no enfrenta cargos judiciales.

Las Amanitas phalloides, también conocidas como Oronja verde u Hongo de la muerte, se pueden confundir fácilmente con especies comestibles. Sus toxinas dañan gravemente el hígado y los riñones, y no existe actualmente un antídoto para la intoxicación.