El FMI confirmó que mantuvo contactos con el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, y con la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich. "Estos contactos son importantes para el entendimiento de los puntos de vista y opiniones del Fondo y de sus miembros sobre los objetivos generales y las políticas clave de los programas respaldados por el FMI. En el caso de los candidatos presidenciales, estos contactos también permiten que el staff comprenda mejor los aspectos clave de las posibles políticas económicas futuras", señaló el Fondo.

"Nos han contactado, digamos, tenemos que armar la reunión, y en ese contexto nosotros creemos que no tenemos problemas con el Fondo, porque, ¿cuál es la clave de todos los programas del Fondo? Bajar el déficit", dijo al respecto Javier Milei.

"Nosotros tenemos un programa fiscal mucho más agresivo que el del Fondo. Estaríamos sobrecumplidos en la meta porque tenemos esa convicción. Tenemos claro el diagnóstico", reforzó Milei, la nueva estrella de la extrema derecha. Por su parte, Patricia Bullrich también hace campaña electoral prometiendo un ajuste a fondo.

El plan económico de Milei se basa en un fortísimo ajuste fiscal, aunque también incluye la eliminación de varios impuestos centrales en la financiación del Estado. El shock económico del programa libertario implicaría una profunda recesión de corto plazo --como mínimo--, lo cual debilitaría aún más los ingresos fiscales. De modo que el saldo de todo el ajustazo no está del todo claro.

Pero además de la viabilidad técnico-económica del plan, está el componente político, ya que en el marco de un Parlamento dividido y con actores sociales como sindicatos y movimientos sociales en la calle, luciría difícil para Milei cumplir con su promesa.

El Plan Milei

A nivel fiscal, el programa de La Libertad Avanza plantea una primera etapa con un fuerte recorte del gasto público del Estado y una reforma que empuje una baja de los impuestos. El programa apunta a la "eliminación de gastos improductivos del Estado", "optimización y achicamiento del Estado" y la "privatización de las empresas públicas deficitarias". 

Milei dijo que "a Aerolíneas Argentinas le doy un año de working capital y después queda para los empleados” y que "el gas y el agua tienen que volver a manos privadas". En el caso de YPF aclaró que "sigo pensando en la privatización de YPF, igual eso va a durar un tiempo”.

También prevé otorgar incentivos --que normalmente son fiscales-- para la creación de empleos genuinos y de calidad y también la eliminación de impuestos, como por ejemplo, las retenciones. "Yo dije que las retenciones en el campo las iba a eliminar y eso haré", dijo recientemente Milei. También apuntará a eliminar los derechos de importación. Entre las fuentes de financiamiento estatal, apenas menciona "un régimen de regalías y concesiones por la explotación de recursos naturales".

En cuanto a las supuestas reformas de "segunda generación", Milei se propone aplicar "una reforma previsional para recortar el gasto del Estado en jubilaciones y pensiones, alentando un sistema de capitalización privado, junto a un programa de retiros voluntarios de empleados públicos y achicamiento del Estado".

También se propone reducir el número de ministerios hasta apenas ocho. Los libertarios quieren "eliminar de forma progresiva los planes sociales a medida que se generen otros ingresos como consecuencia de la creación de puestos de trabajos en el sector privado, liquidación del Banco Central de la República Argentina, estableciendo un sistema de banca Simons, con encajes al 100 por ciento para depósitos a la vista”. Para una "tercera etapa", Milei quiere "reformar el sistema educativo" y "la eliminación de la coparticipación”.

Al mismo tiempo que postula una fuerte eliminación de fuentes de financiamiento del Estado, Milei promete "ampliar la red vial nacional, creación de puertos y aeropuertos en puntos neurálgicos del país, mejorar autopistas, rutas y caminos".

Si no es con el aporte del Estado, será con inversiones privadas, que recibirán su compensación a lo largo del tiempo a través del pago de servicios por parte de la ciudadanía.