El Banco Central mantuvo ayer la tasa de interés de referencia en 26,25 por ciento, facilitando la continuidad de la bicicleta financiera. Se encuentra en ese nivel desde el 11 de abril. La entidad dijo a través de un comunicado que sostiene una política monetaria contractiva para cumplir su objetivo de precios del 17 por ciento este año. Federico Sturzenegger había sugerido la semana pasada que no se lograría la meta de 2017 y la entidad ya estaba trabajando para cumplirla en 2018. Pero el organismo volvió a insistir ahora en que todavía no abandonó la carrera. Planteó que en agosto la inflación será más baja que en julio, aunque no aclaró que las estimaciones la ubican por arriba de junio y que para septiembre se esperan mayores presiones por el ajuste de los servicios. El dólar, en tanto, cerró en 17,53 pesos, con baja de 7 centavos. Las reservas internacionales se ubicaron en 47.951 millones de dólares, al disminuir 41 millones.

La autoridad monetaria aseguró que el rebote de precios de julio estuvo vinculado a la suba de los combustibles y no a la devaluación que llevó el dólar de 15 a casi 18 pesos en unas pocas semanas, con un incremento del 20 por ciento. “Como era esperado por los aumentos de precios regulados que tuvieron lugar en el período, la inflación de julio resultó superior a la de junio. La variación de precios fue de 1,7 por ciento para el nivel general y 1,8 para el componente núcleo”, argumentó el Central. En junio la inflación minorista había sido de 1,2 por ciento y la núcleo de 1,3. La mayoría de las consultoras privadas registraron que en el último mes y medio el aumento del proceso inflacionario no se explicó únicamente por el ajuste de precios regulados sino que el dólar impactó en varios rubros y principalmente en los alimentos.

Para el Central, agosto registrará una moderación de los precios. “Los indicadores de alta frecuencia de fuentes privadas y estatales sugieren que el proceso de desinflación continúa, con una inflación de agosto que se ubicará por debajo de la de julio. Sin embargo, la inflación núcleo aún se ubica por encima de los niveles buscados por la autoridad monetaria. El organismo por tanto decidió mantener inalterada su tasa de política monetaria”, afirmó. Los próximos meses, al margen de lo que ocurra en agosto, llegarán con nuevas tensiones para los precios. El Gobierno autorizó para septiembre una suba de las cuotas de la medicina prepaga del 5 por ciento, al tiempo que para la mitad de octubre se autorizaría otro incremento similar. Los usuario de telefonía móvil recibirán aumentos de las boletas en septiembre del 12 por ciento para Movistar, en tanto que Personal ajustará sus precios en octubre. Las distribuidoras de energía del interior de la provincia de Buenos Aires, en tanto, emitirán facturas con incrementos del 58 por ciento en promedio a partir del próximo mes.

Los deseos de Sturzenegger de cumplir el objetivo de inflación del 17 por ciento este año parecen muy complicados si se tiene en cuenta que en los primeros siete meses del año ya se anotó un avance del 14 por ciento y las consultoras esperan que la inflación de agosto y septiembre acumule al menos otros 3 puntos. Con la excepción del Central, el resto del equipo económico ya no reconoce la meta de inflación y calcula que los precios cerrarán el año por arriba del 20 por ciento. Las estimaciones privadas coinciden en que 2017 terminará con inflación del 22 por ciento y algunos organismos internacionales la pronostican en 23 por ciento. La autoridad monetaria, pese a todo, no cambia el mensaje. “Se seguirá manteniendo un claro sesgo antiinflacionario para asegurar que el proceso de desinflación continúe hacia su objetivo de una inflación de entre 12 y 17 durante 2017 y menor al 12 para 2018”, cerró.

En lo que refiere a la bolsa porteña, se anotó una baja de 0,3 por ciento. Las empresas que más cayeron fueron Petrobas Argentina (-3,3 por ciento), Transportadora Gas del Sur (-2,1 por ciento) y Pampa Energía (-2,3 por ciento).