En la cuarta semana de agosto la suba del precio de los alimentos desaceleró respecto del pico de la semana anterior, cuando acusaron el impacto de la devaluación del dólar oficial y corrida en los paralelos, según estimaron distintas consultoras privadas. Así, en el mes la inflación en alimentos y bebidas se ubicaría entre un 9,3 y 13 por ciento. La inflación general llegaría al terreno de los dos dígitos, marcando una importante aceleración respecto de julio. Un tercio de la suba en alimentos y bebidas lo explican la carne y los panificados.

En promedio, la suba de precios en la penúltima semana de agosto fue 2,5 por ciento, según las consultoras LCG, Eco Go y el CESO. Todas muestran una desaceleración de algo más de dos puntos con respecto al pico alcanzado en la tercera semana, cuando se acusó el impacto de la devaluación tras las PASO y la trepada en los dólares paralelos. Las subas que en los primeros días parecían trasladar íntegramente el aumento del 22 por ciento en la paridad oficial a cualquier precio, se fueron traduciendo en picos de entre 4,1 y 5,8 por ciento respecto de los valores promedio de la semana anterior.

En tanto, mientras que la semana que siguió a la devaluación las subas de precio alcanzaron a cerca de un 44 por ciento de los productos relevados, en la penúltima de agosto alcanzan a entre 16 y 27 por ciento de los mismos, según relevaron CESO y LCG respectivamente. La dispersión de la variación de los precios también fue mucho menor, señala LCG.

“Las carnes vuelven a ser la categoría que más aporta a la inflación mensual, y junto a panificados explican un tercio de la suba promedio”, explican desde LCG. Desde Eco Go registraron una suba considerable no solo en la carne vacuna (27,5 por ciento promedio) sino en los pescados (17 por ciento) mientras que la carne de ave subió relativamente menos (8,9 por ciento). No obstante, “si se compara la suba de la carne respecto al resto de los alimentos relevados, se observa todavía un atraso del 14 por ciento” en el año, advierten desde LCG.

Los últimos datos oficiales de Indec mostraron que entre los alimentos en el Gran Buenos Aires que lideran la suba, se encuentran: azúcar, naranja, tomate redondo y arroz blanco, con subas que superan el 100 por ciento acumulado en el primer semesttre; mientras las carnes en promedio treparon 61 por ciento, más en línea con el IPC general.

Así, los pronósticos de inflación en agosto van cerrando, para LCG, en una variación de precios entre puntas en torno a un 14 por ciento; para CESO, en 12,9 por ciento, mientras Eco Go pronostica 11,6 por ciento, pero anticipa una revisión a alza con datos de esta última semana. La aceleración respecto al mes previo será de las más marcadas, dado que había cerrado en 6,3 por ciento.

Principales productos

En un análisis más pormenorizado, la consultora Focus Market especializada en consumo masivo elaboró un ranking de los diez productos que más aumentaron en agosto respecto al mes anterior. Se trata de: caldos con 20,2 por ciento; salsas listas, 19,4; puré 19,1;vinos 18,7; edulcorantes 17 por ciento; cervezas 16,8; azúcar 16,7; crema de leche 16,3; cremas dentales 16,2 y aguas saborizadas con gas, un 16 por ciento.

En forma interanual algunos de esos productos salen del top 10 y se agregan otros; como: conservas, suavizantes, detergentes, arroz, manteca, huevos, yogures y jabón en barra.

Agrega la consultora que “todas las categorías de consumo masivo presentan aumentos de 2 dígitos en el mes de agosto 2023: alimentos 10,8 por ciento promedio, bebidas 11 por ciento, cuidado personal 13,7 y limpieza 10,1 por ciento”.

Aumentos que vienen en septiembre

La suba de los alimentos así como de los servicios públicos, como energía y telefonía, liderarán el panel inflacionario del noveno mes del año. El ajuste acordado entre el gobierno y las principales empresas de consumo masivo marca una pauta del 5 por ciento para más de 52.300 productos, y sería el segundo aumento tras el 5 por ciento inicial de agosto. Pero muchas empresas se manifestaron en desacuerdo con el acuerdo y además el mismo no rige para los comercios de cercanía donde se concentra el 80 por ciento del consumo local.

Por otro lado, el incremento de los servicios de telefonía, televisión e internet también está regulado a través del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) que prevé ajustes del 4,5 por ciento mensual desde mayo. Sin embargo, las compañías monopólicas del sector saltearon la normativa mediante cautelares judiciales que les permiten sobrepasar ese tope.

Por último, según confirmó la Secretaría de Energía en septiembre aumentará cerca de un 11 por ciento el valor que se le paga a las generadoras de energía eléctrica. Aumento que impactará sobre los usuarios que no tienen subsidios, aquellos de ingresos medios y altos, e industria y comercios. Según estimaciones de los especialistas, el impacto en las boletas promediará el 5,6 por ciento.