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Los fusilados de Racing y el odio salvaje de Villarruel

El odio está. Siempre está. Está en el aire, en los huesos, en la carne. Ese odio pardo, salvaje, que anida en la deshumanización del otro.

El pasaje Oreste Corbatta, en Avellaneda.
El pasaje Oreste Corbatta, en Avellaneda.