La imagen distópica del país con Javier Milei presidente inquieta también en su capítulo chino. La embajada asiática decidió no difundir --por temor a cierta aspereza-- el arribo de un grupo académico, pero la señal más gravosa ocurrió después de las elecciones primarias cuando su Cancillería interpeló por primera vez en veinte años públicamente a un candidato. Milei acababa de repetir lo que había dicho en campaña, que no mantendría vínculos con comunistas. China que se había llamado a silencio por no inmiscuirse en asuntos internos, ese 18 de agosto explotó con sus formas educadas. El vocero de la cancillería, Wang Wenbin, lo invitó vía conferencia de prensa a darse una vuelta por el país para conocerlo. “Ni Donald Trump dijo que rompería relaciones”, se enciende un experto diplomático argentino. “¡Le respondió el vocero de cancillería! Nunca había pasado, significa que se lo tomaron muy en serio y que hay preocupación”. Es posible incluso que ahora mismo estén buscando contactos con Milei. El lunes llega a Buenos Aires el nuevo embajador, Wang Wei, uno de los dos subdirectores del Departamento de América Latina y el Caribe que antes estuvo en Brasil y Angola, según el especializado DangDai. Una versión no confirmada indica que los chinos ya le habrían enviado mensajes a Diana Mondino, la economista del CEMA de los chicago boys, a quien la derecha radical tiene entre sus especialistas en relaciones internacionales.

¿Qué pasaría si Milei corta relaciones con China? Desanclarse tendría efectos ruinosos, algunos más obvios: reservas, caída de varias decenas de miles de millones de dólares por suspensión de obras; parálisis del desarrollo de infraestructura estratégico de los diez proyectos medulares incluido en el Diálogo Estratégico (Decce) y de la veintena de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Entre los primeros están las represas patagónicas, obras viales del noreste y centro del país, solares, parques eólicos, el tramo dos gasoducto Néstor Kirchner. Torcería la apuesta de los Brics con el cambio de eje de apalancamiento financiero y desdolarización para países emergentes, pero además tendría un inesperado litigio: China podría declarar default en cadena.

“Si gana Milei y quiere paralizar el contrato, China lo va a intimar”, dice un empresario del sector. “Primero le va a preguntar: ¿va a continuar con esto o no? Si dice que no continua, y antes de rescindir, van a declarar el default. Y además, el 'cross default'--default en cadena-- a partir de una cláusula que vincula dos de las mayores obras de China como la represa Néstor Kirchner y el Belgrano Cargas”, señala.

–¿Y cuál sería el impacto de la caída de la represa? --preguntó este diario

–Que se cae un ahorro de 1.500 millones de dólares al año en energía porque no importas combustible, es todo agua. Y si cae el Belgrano Cargas, cae el ahorro del 10 o 12 por ciento a los productores de soja durante los próximos 50 o 60 que dura esa infraestructura. Tener una declaración de default financiero de parte de una de las primeras economías del mundo sería un grave perjuicio para las reservas del Banco Central, que tampoco tendría los 1500 o 2000 millones que faltan de las represas. Y eso, aunque cierre el Central o le prenda fuego. No sé si me explico, pero primero tiene un default con China, no sé si se animaría.

Las obras

Desde 2010, Argentina tiene trazada con China una hoja de ruta de obras a largo plazo de ingeniería estratégica en energía, transporte, ciencia en la iniciativa Decce. Comenzaron con Cristina Kirchner, siguieron incluso con Mauricio Macri y Alberto Fernández, aún bajo el fuego de Estados Unidos y el FMI con la carta emblema de la cuarta central nuclear de Atucha III que aún es parte de la hoja oficial pero cuyo arranque está totalmente parado y desde junio con presupuesto modificado a cero pesos. Aún así, la descomunal infraestructura conseguida hasta acá es tan impactante como el desmonte. Algunos ejemplos.

Represas. La represa Néstor Kirchner y Gobernador Cepernic está sobre el río Santa Cruz, tuvo inicio en 2013 y un avance actualmente de 50 por ciento. La inversión inicial prevista en U$S 4.700 millones con cien por ciento de financiamiento chino se encuentra en lista para la ratificación del acuerdo bilateral. Esta es una de las obras más icónicas de la iniciativa entre los dos países. Es el proyecto energético más importante de China en América Latina con una escala comparable a Yacyretá, sobre un río netamente nacional que se proyectó para incrementar en 5 por ciento la matriz energética y generar un ahorro de divisas de U$S 1.500 millones de dólares por año por sustitución de importaciones. Lo hace un consorcio en cabeza de la china Gezhouba con contrapartes argentinas, está financiada por China Development Bank, Industrial and Commercial Bank of China Limited y Bank of China y tiene repago a partir de la producción. Desde el inicio pasaron cosas. Como Milei, Macri intentó desactivarla. ¿Qué piensan de las represas en el Río Santa Cruz?, le preguntó a la viuda de Douglas Tompkins, Cristine Mc Divittd. “Es una aberración”, dijo ella. El gobierno paralizó la obra, se judicializó, hubo fallo de la Corte, adecuación, Macri le quitó la propiedad a Santa Cruz, se la pasó a Enarsa y presionó a China para desplazar a los socios argentinos de Electroingenería que terminaron encuadernados por Claudio Bonadio. En el medio, Macri no pudo suspender la obra porque, cuentan, regía la famosa cláusula del cross default que puso en riesgo otras obras. El último tiempo, también pasaron cosas. Gustavo Beliz, el FMI y presiones de los petroleros de Vaca Muerta, según uno de los empresarios que entienden la represa como competencia directa. Aún así, hubo desembolsos en 2022 y en 2023 y Massa anunció una nueva adenda de U$S 524 millones para junio y otra en lo que resta del año.

Belgrano Cargas. Adenda V. Rehabilitación del Ferrocarril con contrato comercial firmado y un financiamiento previsto en U$S 816 millones de dólares. El mejoramiento para renovar el ramal gigantesco de Puerto de Rosario a Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Tucumán al comienzo pensado para la zona agroexportadora pero activó la circulación para mercado interno. Las vías también trasladan áridos como carbón, piedra, arena y cales y productos como vino, agua, jugos, cemento y pasta de celulosa. El cemento de Jujuy viaja a Chaco, Tucumán o Córdoba. Según la agencia Xinhua, por ejemplo, en 2015 demoraba 18 días entre Salta y Rosario y en 2019 lo hacía en 8 días. La construcción a cargo de la estatal China Machinery Engineering Company (CMEC), una de las más grandes del mundo, tuvo una inversión original de USD 2500 millones, acuerdo de vías, durmientes, frenos, coches de carga y locomotoras y fondos del Banco de Desarrollo Chino y el ICBC. Hoy incluye Enmienda IV y V y Belgrano Carga II.

Jujuy. Parque fotovoltaico Cauchari Solar. IV y V. Es una ampliación con contrato comercial firmado y monto de financiamiento de U$S 200 millones. Es el parque más grande de China en América Latina, una planta solar con 300 MW de potencia en Susques de la puna jujeña a más de 4.000 metros de altura. En las nuevas etapas, busca llevar la capacidad de 300 Mw a 500 Mw, tiene 1,2 millones de paneles solares sobre 800 hectáreas en la zona de mayor radiación del planeta.

Gasoducto Tramo II. Según la hoja de ruta, tiene contrato comercial en negociación y financiamiento chino previsto en U$S 1600 millones para el empalme entre Salliqueló y la santafesina San Jerónimo para abastecer el norte del Gran Buenos Aires y el Litoral y capacidad de conectar a Brasil en el futuro. Para el ducto de 484 kilómetros se firmó un MoU con Power Construction Corporation of China (Power China).

Techint, Bolsonaro y Milei

Como en otros tema, el excéntrico candidato pasó de la ruptura total con China a un planteo en apariencia menos desanclado. ¿Rompería relaciones con China?, oyó esta semana Diana Mondino en el Malba, durante el ciclo Democracia y Desarrollo con Héctor Magnetto sentado en primera fila. Llevaron a los tres asesores en política exterior de los candidatos. Federico Pinedo por Juntos, el embajador argentino en Suiza Gustavo Martínez Pandiani de UP y Mondino. Las relaciones, dijo ella, “tienen que ser generadas en lo posible, siempre, por el sector privado”. “No deben ser relaciones particulares, generadas Estado a Estado”. Y ante la pregunta directa, lanzó: “De ninguna manera, romper. Lo que se ha dicho es que no se van a promover nuevamente estas relaciones donde se determinan cosas, de nuevo Estado a Estado, y que son secretas para el resto”. 

Pandiani ya la había cruzado poco antes. Mondino apeló a una metáfora por los Brics. “Es como que te inviten a una fiesta en la que va a estar tu ex –dijo--: o vas bien vestido, o mejor no vas”. Y agrego: El país está en una “gran posición de debilidad”. “Los socios no se eligen por una fiesta en la que vas a estar más cómodo con tu ex”, la chuceó Pandiani y sobre el específico capítulo chino, dijo: “Quiero recordarles a todos los que comparten este panel que los tres principales socios comerciales de China son Estados Unidos, Japón y Corea. No me suenan países muy comunistas y creo que a la gente tampoco”.

¿Qué quiso decir Mondino? Quedó en el aire, pero dijo: privados sí; Estado-Estado, no. Para el caso de China es el mismo problema: gran parte de sus megainversiones en Argentina tienen componente estatal.

Durante su primera campaña, Jair Bolsonaro coqueteó con posturas parecidas. Había tratado a China de “depredadora” y en febrero de 2018 fue el primer candidato de Brasil que puso un provocativo pie en suelo de Taiwan. Poco después de asumir, había cambiado: los diarios retrataban en 2019 cómo la presión del sector industrial lo había obligado a dejar de lado la pulsión suicida. Así, ni Donald Trump antes, ni Jair Bolsonaro después, rompieron relaciones con China. Y eso que podría ser un antecedente para pensar el futuro argentino no lo es: no está claro cómo jugará acá el círculo rojo. Estos días volvieron a la memoria las cuitas de Paolo Rocca con China. Tuvieron un reciente paso explosivo con el tendido del gasoducto NK; rondan como un fantasma por las persistentes demoras del financiamiento a la represa patagónica competidora directa de Vaca Muerta, según explican desde el sector. Y tiene en los archivos algunos textuales calcados de las bitácoras libertarias. “Ya dije que el pacto con China --explotó en 2016--, era un pacto con el diablo”. Habrá que ver en ese juego cómo se mueven los sectores que hacen negocios con la ruta del yuan.



Bonus Track: otros proyectos

AMBA I o Línea de Transmisión de Energía Eléctrica tiene contrato comercial negociado y un financiamiento de USD 977 millones para ampliar la capacidad de suministro eléctrico con fuentes de origen renovable del anillo energético del AMBA, buscando abastecimiento seguro para la zona más poblada y de mayor demanda del país.

Entre Ríos. Cierre Energético Norte. Es un proyecto adjudicado con financiación de USD 87 millones, para infraestructura eléctrica y gasífera y un mínimo de 60 por ciento de mano de obra local. Prevé línea de transmisión eléctrica de 132kw para el norte de Entre Rios, red de alta tensión, hasta 200 kilómetros de fibra óptica y mayor disponibilidad para procesos agroindustriales y radicación de nuevas industrias.

La Rioja. Parque eólico solar Cerro Arauco, con proyecto ejecutivo y en proceso de adjudicación, con financiamiento de USD 168 millones destinado a aumentar la potencia a 400 MW. Podría ser uno de los más grandes generadores de energía limpia de Sudamérica.

Atucha III. El reactor de 1200 MW incrementará 60 por ciento la capacidad de las tres centrales nucleares que ahora tienen entre las tres 1.763 Mw y realizará un aporte nuclear a la generación eléctrica, hoy, 7 por ciento. China iba a financiar 85 por ciento de la obra pero hoy hay negociaciones activas para el total de la inversión de U$S 9.294 millones. Sería la mayor inversión china en Argentina, y una de las principales en el mundo pero la tecnología del reactor Hualong generó presiones de Estados Unidos con dos misiones en 2022 y 2023 que en la previa del viaje del ministro Sergio Massa a China parecía voltearla de la agenda. “El lobby de EE.UU. no es lo único, también las internas del gobierno argentino, pero lo otro existe y es permanente: hasta hacen reuniones con la Uocra para decirles que sus obreros corren peligro si se hace Atucha III con tecnología china”, dijo un funcionario del sector atómico esos días, según publicó Néstor Restivo. Hoy el proyecto continúa activo en los papeles, pero sin presupuesto.