La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner estará hoy a las 11 en el juzgado de Claudio Bonadio tras la patoteada judicial del magistrado, quien le exigió a la ex mandataria que haga en Comodoro Py dos trámites burocráticos que podrían y debieron haberse hecho en Río Gallegos: la toma de huellas digitales y el estudio socio-ambiental.
CFK les pidió a los militantes que no concurran a acompañarla porque, según consignó vía redes sociales, el Gobierno tenía dispuesto mover 700 uniformados a los tribunales de Retiro: “quien les dice que por ahí se dan cuenta y deciden destinar esos efectivos donde el pueblo los está necesitando, lamentablemente, cada vez más…”, escribió la ex presidenta. Las medidas fueron ordenadas por Bonadio en el marco de la causa conocida como dólar-futuro. 
El equipo que rodea a CFK consideró que con el video-reality grabado el viernes quedó claro que Bonadio estaba sometiendo a la ex presidenta a una persecución politica. Las imágenes mostraron que ella  podría haber dejado las huellas digitales en la delegación de la Policía Federal de Rio Gallegos, lugar que visitó en su periplo filmado. No hay diferencia si la toma se hace en un lado u otro: el resultado es el mismo. A esto se agrega que el estudio socio-ambiental pedido por Bonadio consiste simplemente en llenar un formulario en el que se pregunta por los nombres de los padres, la dirección, de dónde obtiene sus ingresos y detalles burocráticos de ese estilo. Tampoco se alteran los resultados si se completa en un lugar u otro. CFK viene sosteniendo desde el primer día que no había ninguna razón para hacerla viajar 2.500 kilómetros para cumplir con esas dos medidas administrativas elementales. 
Como Bonadio no dio el brazo a torcer, la ex presidenta resolvió adelantar un día su regreso a Buenos Aires y se tomó ayer el avión de Aerolíneas Argentinas desde Calafate a las 18.30. Eso le permitirá estar hoy a las 11, junto a su abogado, Carlos Alberto Beraldi, en el juzgado del magistrado. El juez amenazó el viernes con mandar un patrullero a buscarla si no se presentaba hoy, pero el trámite es tan poco trascendente que lo más probable es que el juez ni siquiera dedique unos minutos a presenciarlo. De todas maneras, CFK decidió no seguir la pulseada teniendo en cuenta que tenía previsto llegar a la capital 24 horas después. 
En un posteo en las redes sociales, la ex presidenta le pidió a los militantes que no concurran a Comodoro Py (ver aparte). El equipo de CFK tenía el dato de que el gobierno se disponía a mover 700 efectivos de las fuerzas de seguridad, incluyendo la infantería con escudos, los carros de asalto, perros, francotiradores en las terrazas y hasta drones. Por lo tanto, la ex presidenta le pidió a sus adherentes que la dejen concurrir sola, en esencia porque se trata de dos trámites muy sencillos. En rigor, uno hay que hacerlo en una oficina de la plata baja y el otro en el segundo piso de Comodoro Py, de manera que teóricamente ni siquiera sería necesario ir al juzgado. Se calcula que, en total, las diligencias pueden demorar unos 20 minutos. 
El resto de los imputados en la causa dólar-futuro ya dejaron registradas las huellas y completaron el estudio socio-ambiental, dado que todos viven en la Ciudad de Buenos Aires o sus alrededores. Ahora Bonadio estará en condiciones de enviarle el expediente al fiscal Eduardo Taiano para que éste, terminada la instrucción, requiera la elevación a juicio.  
Algunos de los imputados –Axel Kicillof y Alejandro Vanoli, por ejemplo– presentaron un escrito pidiéndole a Taiano que no concrete ninguna acusación porque se trata –según afirman– de una causa política en que las decisiones se orientaron a contener una ofensiva devaluatoria. Además, el supuesto delito ni siquiera fue cometido por los funcionarios kirchneristas sino que la devaluación la concretó la administración Macri. Para redondear, las defensas sostienen que incluso Bonadio autorizó el pago de la operatoria, algo que que no debía haber hecho si consideraba que se trató de un delito. Todo indica que la exhortación a Taiano será sólo una expresión de deseos, porque hasta el momento el fiscal acompañó todo lo hecho por el juez. 
De acuerdo a los trascendidos, las defensas de algunos directores del Banco Central apelarán a la Cámara de Casación sus procesamientos. Esa instancia no va a detener el curso del expediente, es decir que de todas maneras Bonadio puede elevar la causa a juicio. El único obstáculo es que el juicio no podrá empezar sin que la Cámara de Casación resuelva el recurso, algo que seguramente hará en pocos meses. 
CFK y Kicillof pidieron que el juicio se concrete lo antes posible, pero teniendo en cuenta que es un expediente sin detenidos, con muchos imputados, el tribunal sorteado difícilmente fije la iniciación para antes de 2018. En Comodoro Py hay quien apuesta a que los plazos serán todavía más largos e incluso que el juicio termine no haciéndose por la naturaleza política de la acusación, ya que en la causa no se imputa a nadie por haberse quedado con dinero ni se trata de un caso de corrupción. Lo que se enjuicia es una política económica que, además, terminó beneficiando a funcionarios del actual gobierno. 

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