En conjunto con una empresa de transporte, la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), fabricó el primer transporte eléctrico de pasajeros con el objetivo de cumplir con algunas acciones que responden a la agenda “verde” mundial y que busca concientizar sobre el cuidado del medio ambiente.

La idea madre es que el Colectivo 0 kilómetro pueda ser parte del servicio público de transporte de la capital de la provincia de Buenos Aires. Es por eso que será incluido a la flota de vehículos y permitirá ampliar la red de trayectos de la región, algo sumamente positivo para acortar distancias y conectar más puntos geográficos de la región.

Este trabajo se desarrolló gracias a la colaboración de manera coordinada entre el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) con sede en la UNLP y la empresa de transportes de ómnibus Nueve de Julio.

En diálogo con el Suplemento Universidad el ingeniero referente del proyecto, Javier Eguren, mostró su “orgullo y alegría al ver que estas cosas se puedan hacer realidad”. “Reamente me llena ver que en Argentina hay capacidad suficiente para hacer de todo, desde cohetes, satélites hasta vehículos totalmente eléctricos. Así que no deja de llenarme el pecho de orgullo lo que hacemos”, sostuvo.

Eguren comenzó a trabajar en el proyecto en julio de 2022 y para diciembre ya estaba todo listo. La única complicación fue que tuvieron que esperar a “que llegue un componente electrónico de afuera, lo que provocó retraso hasta marzo de este año”, según compartió el ingeniero a Página 12.

Por su parte, el decano de la UNLP, Marcos Actis, resaltó a este medio algunos puntos que se vinculan estrechamente con lo académico y estadístico en la Casa de Estudios platense. “En nuestra Facultad egresan 450 ingenieros por año. Nuestra aspiración es aumentar ese número, para eso son los proyectos, para fomentar que los chicos cursen carreras de ingeniería pero también que las terminen.”

En el marco de una charla dirigida a estudiantes en el Anfiteatro de Hidráulica de la unidad académica fue presentado, a mediados de agosto, el prototipo de colectivo. En el salón estuvieron presentes además del decano de UNLP, el coordinador alterno de GEMA, Alejandro Patanella, y el propietario de la empresa de colectivos Marcos Mastropietro.

Actis les manifestó a los estudiantes que la UNLP, con sus unidades de investigación, lleva adelante muchos trabajos de transferencia al medio productivo que permiten obtener fondos para equipamiento y mejoras en la institución. En ese sentido, reflexionó: “Si la educación no fuera pública y gratuita muchos de nosotros no podríamos hoy estar sentados acá. Necesitamos más egresados si queremos ser un país desarrollado”.

Alumnas y alumnos tuvieron la posibilidad de dar un paseo en el colectivo, que recorrió la zona que circunda la Facultad, en el bosque platense. Durante el trayecto comprobaron que además de no producir contaminación ambiental, el micro es totalmente silencioso.

Los estudiantes también recibieron información técnica sobre lo que se pretende lograr en estas pruebas: la reconversión de vehículos de motor convencional a coches con propulsión eléctrica. Algunos de los temas abordados fueron los importantes logros obtenidos por profesionales y estudiantes de Ingeniería junto a técnicos y personal de la compañía, presidida por Mastropietro.

Otra de las características que posee el colectivo eléctrico -inventado en la ciudad de las diagonales- es la incorporación de baterías de litio para su funcionamiento económico. Originalmente fue un vehículo que tenía un motor convencional, y gracias a esta conversión pasó a ser el primero en su tipo de toda la Argentina.

Un aspecto más que positivo es lo que concierne a la salud de los choferes. Durante las pruebas realizadas fue notable el contraste que hubo entre un colectivo a combustión y el eléctrico en relación al ruido -algo que suele afectar el sentido de la audición a largo plazo en los conductores-. Pero esas no fueron las únicas conclusiones obtenidas.

Los pasajeros no levantaron la voz para interactuar entre ellos. Además comprobaron que el ruido de la unidad eléctrica se mantenía en 66 decibeles en promedio, considerado como ruido ambiente, mientras que en el colectivo que funciona a combustión los decibeles promedio ascendían a casi 90, lo que es contemplado como perjudicial para la salud.

Por otra parte, la UNLP al igual que la empresa Nueve de Julio aguardan con ansias la instalación de la máquina lectora de tarjeta SUBE para habilitar su circulación como transporte de manera definitiva. Por eso resta definir cuál será el día oficial para que el colectivo empiece a transportar pasajeros por La Plata, aunque estiman que no será dentro de mucho tiempo.

Cuando eso suceda, la nueva unidad podrá transitar por cualquiera de los recorridos de la línea Oeste de la Ciudad. Incluso, según indicaron desde la comunidad educativa, la circulación por el circuito universitario es un anhelo de la Facultad.

En Argentina se creó el colectivo hacia fines de la década del 20. Ahora, casi un siglo después, gracias al aporte de la Universidad pública, llega un micro que funcionará sin combustión. Sobre su funcionamiento existe un detalle no menor que es que la autonomía del colectivo alcanza a doscientos kilómetros en un lapso de 8 horas: 40 watts son los que se necesitan para recargar las baterías de litio y el tiempo de carga oscila entre 4 y 6 horas.

La UNLP comenzó a trabajar con las baterías de litio en 2007. Estas fueron utilizadas en un desarrollo destinado al satélite SAC/D. Posteriormente se sumaron a los lanzadores de satélites de la línea VEx que se probaron en La Capetina (localidad bonaerense de Pipinas). Un proyecto ambicioso en el que tuvo participación destacada el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) de la Facultad.