En un duelo vital para las aspiraciones de ambos de mantenerse sin sobresaltos en la máxima categoría, Independiente venció 1-0 a Huracán en Avellaneda, por la cuarta fecha de la Copa de la Liga. 

El juego inició con dos equipos que debían ganar para alejarse de la zona de descenso, pero se respetaban mucho.

De hecho, en la primera jugada de riesgo real, el conjunto de Carlos Tevez se puso en ventaja. La presión de Mancuello sobre la última línea del Globo resultó sumamente efectiva, a punto tal que robó un balón y su remate posterior le quemó las manos a Lucas Chaves, quien dio rebote y se la dejó servida a Canelo para que el Libertadores de América estallara de júbilo.

Huracán, de juego prolijo aunque con poca profundidad, acusó el golpe. Pero así y todo, el goleador Cóccaro no dispuso de muchas posibilidades, en principio porque recibía casi siempre de espaldas y la pelota no le llegaba limpia, pero también por la eficacia de los defensores locales.

Buscando más agresividad en la ofensiva, el entrenador de Huracán, Diego Martínez, hizo dos cambios en el vestuario y mandó a la cancha al volante William Alarcón por el delantero Marcelo Pérez, y al atacante Ignacio Pussetto (regresó al club) por el defensor Guillermo Benítez.

De la mano de Marcone el local tuvo más claridad con el quite y juego para sus compañeros. En una el ex Lanús y Boca Juniors dejó solo a Mauricio Isla, cuyo remate lo desvió el arquero Lucas Chaves y Lucas Souto salvó con un pelotazo.

En un clima de final la tensión estuvo a la orden del día y a los 73 minutos fue expulsado Fernando Tobio. El defensor recibió la segunda amarilla por una falta contra Canelo. La primera amonestación había sido por tirarle de la camiseta y empujar a Santiago Toloza.

A pesar de la insistencia de Huracán, el conjunto de Avellaneda se defendió bien y pudo sostener la diferencia para quedarse con un triunfo clave.