El Parlamento de Grecia aprobó una reforma laboral que permite, a criterio de las empresas, aumentar a seis días la jornada y hasta 13 horas de trabajo diarias. La legislación que impulsó el gobierno de Kyriakos Mitsotakis no fue bien recibida por la sociedad griega y hubo manifestaciones masivas en las principales ciudades del país

En rigor, el texto admite tomar un segundo trabajo parcial de 5 horas junto a un empleo principal de 8 horas, lo que lleva a 13 horas la jornada laboral. La única excepción es que haya un conflicto de interés entre ambos trabajos.

Por otra parte, el artículo que aumenta la jornada laboral prevé que aquellas empresas que decidan aplicar este modelo deberán pagar un 40% adicional sobre el salario diario a sus trabajadores.

El Ejecutivo asegura que esta reforma logrará formalizar la economía porque a partir de su aplicación se eliminarán las horas extraordinarias no declaradas y aumentará el empleo. Además, el gobierno de perfil conservador de Mitsotakis asegura que las empresas adoptarán la jornada de seis días de manera extraordinaria. 

Sin embargo, los sindicatos temen que haya situaciones de irregularidad por falta de control estatal e inspecciones de trabajo. En la misma línea, la oposición reclamó por las "condiciones bárbaras" que impone la normativa para los trabajadores. 

Otro punto que preocupa a los gremios es el derecho a la huelga. La legislación castiga con hasta seis meses de prisión y 5.000 euros de multa a quienes impidan que otros trabajadores se presenten en sus puestos durante una huelga. 

También admite que las empresas despidan a un trabajador sin aviso previo o sin indemnización durante su primer año contratado (salvo que las partes hayan resuelto otra cosa), extiende el período de prueba a seis meses y establece multas de hasta 10.500 euros si los empleadores no declaran las horas extras de los trabajadores o los cambios de turnos.