La marea verde volvió a copar el Monumento a la Bandera, en sintonía con más de 15 ciudades del país para construir un mensaje unívoco desde el feminismo hacia el discurso de derecha que encarnan los presidenciables Javier Milei y Patricia Bullrich y que prometen una amenaza cierta con derechos ya consagrados como el acceso al aborto legal, seguro y gratuito (ley ILE), y la educación sexual integral (ESI). "Ni un paso atrás, compañeras, compañeres. Ante la amenaza reaccionaria de la derecha, seguiremos en la calle defendiendo los derechos adquiridos", proclamó una pluralidad de voces que plantó bandera en el patio cívico de las grandes convocatorias populares en Rosario. El acto organizado por la Asamblea Lesbo Trans Feminista de Rosario se nutrió de una lista de oradoras de diversa procedencia pero vertebrada por la posición feminista. Y la mayoría pronunció de manera explícita el llamado a votar al candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa.

La multitud esperó la caída del sol para que un drone pudiera registrar con nitidez el espesor de la concentración popular, con cientos, miles de pañuelos verdes y violetas en alto, portados en su mayoría por mujeres en guardia ante la amenaza cierta que se yergue sobre las conquistas que el feminismo construyó en los últimos años, en lo puntual, desde el surgimiento del movimiento #Niunamenos en 2015. 

"Tu voto vale; ni Milei, ni Bullrich, ni voto en blanco. Seguimos en la calle por nuestros derechos", arengaron desde la organización a las columnas embanderadas que abrevaron en la escalinata del patio cívico. 

Por oposición a las proclamas de derecha, la Asamblea difundió dos cartas, "Decimos Sí", y "Decimos No". La positiva englobó todo lo que la plataforma libertaria y de Juntos por el Cambio amenaza: "Educación pública con mejores escuelas, salud pública con más hospitales yc entros de salud, jubilación de amas de casa, cobertura de Pami y canasta gratuita de medicamentos, ley de alquileres que proteja a inquilinos, ESI para prevenir el abuso sexual y las violencias, ley de aborto legal, de matrimonio igualitario e identidad de género. Por una ciudad sin violencia, por los derechos laborales, vacaciones, jubilación, sueldos justos, aguinaldo, indemnización por despido. Por la propiedad de la tierra de los pueblos originarios y los recursos naturales en manos del Estado".

La otra carta marca los límites de la expectativa popular. "No a la inflación y los aumentos desmedidos de los alimentos, a la dolarización, a los voucher en educación que dejará infancias y adolescencias fuera de la escuela; no a privatizar Aerolíneas Argentinas e YPF, no al aumento de tarifas de servicios, no al FMI, ni a criminalizar la protesta pública. No a la portación masiva de armas ni a liberar a los militares y civiles responsables del terrorismo de Estado". 

El remate de ambos documentos fue la nota dominante del acto de ayer a la tarde: "Ni Milei, ni Bullrich, ni voto en blanco. Tu voto vale".

"Ni Milei, ni Bullrich, ni voto en blanco. Tu voto vale".

Por el micrófono desfilaron voces múltiples, y cada una aportó una mirada particular a la causa única de resistir el avance de la derecha en este turno electoral. 

Alicia Simeone, del Sindicato de Prensa, planteó "la defensa de los medios públicos que Milei y Bullrich vendrán a destrozar", reclamó una ley que garantice la equidad de género en la prensa y llamó a votar por Massa. Beatriz Introcaso, de Coad, exhortó a "defender cada espacio conseguido, ni un paso atrás, y a seguir juntas en la calle hasta que sea como soñamos". Otra voz gremial, Liliana Leyes (ATE Rosario), puso el acento en las diatribas libertarias contra la función del Estado y se definió en nombre de "las trabajadoras que garantizamos el Estado necesario, fuerte y presente".

Desde el plano de la educación, sumaron su aporte Verónica Montanari (Amsafé Rosario) y Micaela Ramos (Sadop), pero también estudiantes secundarios.

La concejala Caren Tepp (Ciudad Futura) propuso "que la política advierta que al feminismo no hay que esconderlo: cada vez que el discurso reaccionario avanza en el mundo somos nosotras quienes lo frenamos". Norma López (Frente de Todos-PJ) desafió a "entender que la verdadera libertad es la de elegir" e invitó a "disputar sentido juntos y juntas como pueblo emancipado. El que crea que conseguirá votos escondiendo nuestros derechos se equivoca", exclamó. 

La izquierda fue parte sustancial de la convocatoria. Habló la ex candidata a gobernadora Carla Deiana, que ratificó el derecho al aborto como una ley firme, llamó a "romper con el ajuste, luchar contra el FMI y romper con la formación política del ajuste", en el que incluyó a Massa. Y ahí terció la voz disonante al ser la primera en proponer optar por la candidata Myriam Bregman. Luego la imitarían otras oradoras.

María Eugenia Sarría, de Las Safinas, alertó sobre las consecuencias de los discursos de odio sobre la población que habita la diversidad sexual. María Inés, de la Asociación de Inquilinas Agrupadas, incluyó en la agenda la defensa de la ley de alquileres ante una oposición que hoy batalla en el Congreso alineada al lobby inmobiliario. "Las mujeres, muchas con carga de familia, somos la mayoría de la población que padece la condición de inquilinos", observó.

Michelle Vargas, del colectivo trans, levantó el clima a pura arenga anti fascista. "La libertad es nuestra, por eso hay que votar a Massa", reclamó. Y convocó a la nueva Marcha del Orgullo el 7 de octubre.

Por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, Lucrecia Aranda repasó derechos sociales conseguidos en los últimos años, los definió como indispensables y alertó sobre la posibilidad de ponerlos en riesgo. 

Con la desconcentración del gentío cuesta arriba por calle Córdoba, la periodista Sonia Tessa tradujo el valor político de lo que acababa de suceder: "La primera manifestación popular en Rosario contra la derecha la hizo hoy el feminismo", afirmó.