Una potente tormenta que azotó el área metropolitana de Nueva York este viernes, generando graves inundaciones repentinas que afectaron a la ciudad y sus alrededores. Las lluvias torrenciales caídas tras una semana de precipitaciones constantes provocaron una acumulación de agua de hasta 13 centímetros durante la noche, y se esperaba que llegaran a 18 centímetros a lo largo del día. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el estado de emergencia. Se calcula que afectó a unas 8,5 millones de personas.

En sus redes sociales, la gobernadora Hochul anunció para Nueva York, Long Island, al este de la megaciudad, y el valle de Hudson, el estado de emergencia debido a "las precipitaciones extremas que se están observando". También pidió a los neoyorquinos que eviten trasladarse de un lado a otro. "Regresen, no se ahoguen", ordenó.

“Por favor, tomen medidas para mantenerse a salvo y recuerden que nunca deben intentar viajar por carreteras inundadas”, publicó en la plataforma X (exTwitter).

Si bien hasta esta tarde no se habían reportado muertes ni heridos críticos relacionados con la tormenta, los residentes enfrentaron enormes dificultades para desplazarse en la ciudad inundada. Las calles y avenidas estaban anegadas, y el tráfico se paralizó durante gran parte de la mañana en el lado este de Manhattan. Algunos automovilistas incluso abandonaron sus vehículos que quedaron flotando en el agua.

El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, también instó a los residentes a quedarse en sus hogares y advirtió que la tormenta no terminó. "No ha terminado, y no quiero que los lapsos sin lluvia intensa den la impresión de que ha terminado", dijo en  conferencia de prensa.

Prácticamente, todas las líneas de metro fueron suspendidas, tuvieron desvíos o retrasos debido a las inundaciones en las vías. Además, el servicio de autobuses se vio gravemente afectado en toda la ciudad.

Unos 18 millones de personas que viven o trabajan en el área metropolitana de Nueva York y de otras grandes ciudades de la costa este estaban bajo alerta y advertencias de inundaciones por parte del Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos.

Según ese organismo, las precipitaciones son causadas por un sistema de baja presión que se extiende a lo largo de la costa del Atlántico medio y atrae aire húmedo del océano, "produciendo áreas de fuertes lluvias sobre las regiones del norte y del este".

Zack Taylor, meteorólogo del Centro de Predicción Meteorológica del SMN en College Park (Maryland), detalló que en lugares, como Brooklyn, el bajo Manhattan y el aeropuerto internacional John F. Kennedy, cayeron hasta 15 centímetros de lluvia.

Cientos de vuelos cancelados

La tormenta también afectó a los aeropuertos de la región. Los vuelos en el aeropuerto LaGuardia fueron suspendidos temporalmente y luego se retrasaron debido al agua en el área de reabastecimiento de combustible. La terminal A de LaGuardia tuvo que ser cerrada, lo que provocó la cancelación de 235 vuelos.

Es importante destacar que estas inundaciones ocurren en un contexto en el que la ciudad de Nueva York viene experimentando eventos climáticos extremos en los últimos años, incluyendo inundaciones en el valle de Hudson y la capital de Vermont, Montpelier. Los científicos atmosféricos atribuyen la frecuencia de tales eventos al cambio climático, ya que las tormentas se forman en una atmósfera más cálida.

Las autoridades instaron a los residentes a tomar en serio las advertencias y evacuar si el agua comienza a subir. El estado de emergencia y las alertas de inundaciones permanecen vigentes en varias regiones, y se espera que las lluvias continúen durante la noche, aumentando las probabilidades de más inundaciones repentinas.

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