El primer recuerdo de Jacob Collier, de cuando apenas tenía algunos meses de vida, es el de estar “sentado arriba de mi mamá escuchándola tocar Bach en el violín para mí: me sentía en el cielo”. Y aunque tanta precocidad pueda resultar inverosímil en el caso de este joven cantante, arreglador, productor y multi-instrumentista nacido en 1992 en las afueras de Londres, no parecen haber razones para no creerle.

Desde 2012, Collier empezó a demostrar su increíble talento musical para la armonía en videos caseros en los que versionaba canciones como “Don’t You Worry ‘Bout A Thing” de Stevie Wonder, videos que se empezaron a viralizar sorprendiendo al mundo virtual por el nivel de conocimiento y dominio en armonía, arreglos, producción audiovisual y ejecución de múltiples instrumentos de este admirador de Bach, el Gospel, la música a capella de bandas como The Hi-Lo o Four Freshments.

Desde su primera subida de YouTube en diciembre de 2011, su canal sumó más de once millones de reproducciones en videos en los que canta todas las canciones y toca todos los instrumentos. Una esquizofrenia gozosa que combina elementos del jazz, el folk, el trip hop, el soul, la improvisación y quien sabe que más, y que logró llamar la atención de músicos como Herbie Hancock, Chick Corea, Pat Metheny, K.D.Lang, David Crosby o Quincy Jones, que sin dudarlo se convirtió en su padrino musical. “Quincy es muy excitante, es un espíritu sorprendente. Siempre intentó proteger mi espacio creativo, y es asombroso cuánto respeto tiene su equipo a ese nivel. Tuve la fortuna suficiente de poder compartir en los últimos dos años bastante tiempo con él y tuve algunas experencias inolvidables”, explica este músico que, como si se tratara de un cuento, arrancó con la buena estrella de ser apadrinado por Quincy, que lo sumó a su empresa de management Qwest.

A principios del año pasado salió In My Room, donde compuso ocho de las once canciones que arregló, grabó y produjo, tocando todos los instrumentos en su pequeño cuarto. “Ese sigue siendo mi lugar favorito del mundo para crear música: esa habitación es mi instrumento, si quiero producir un determinado sonido sé exactamente a donde ir. Y aunque me encanta salir de gira, volver al hogar siempre es muy especial”, dice este talentosísimo nene de mamá, que incluyó en el disco una versión de “In My Room” de Brian Wilson en la que demuestra su talento como pianista.

En su afán por experimentar con su prodigioso talento para la armonía y la improvisación, Collier se encontró con un aliado extramusical. Ingeniero del M.I.T. (Instituto Tecnológico de Massachusetts), Ben Bloomberg es el responsable de haber diseñado el Harmonizer, un instrumento que se volvió vital en sus presentaciones en vivo. Bloomberg diseñó un sistema de hardware y software que le permite grabar y ensamblar voz e instrumentos y armonizarlos en tiempo real, con muestreos que apilan unos sobre otros para que pueda alterarlos durante el show: “En esencia, en los shows en vivo lo que busco es llevar mi habitación de gira conmigo: mi habitación es una especie de instrumento primario, un ambiente creativo. Ben y yo trabajamos duro para hacerlo lo más flexible y adaptable posible: lo más importante era que me permitiera tener la misma creatividad que tengo en mi habitación, pero en tiempo real”. Pero más allá del Harmonizer, que se volvió una pieza central en sus shows (que también cuentan, al igual que sus videos, con múltiples imágenes de Jacob proyectadas en pantallas detrás suyo), algunas de las influencias más significativas del inglés provienen de grupos como The Hi-Lo y The Four Freshmen: en los momentos más logrados su música remite a ese optimismo inocente del pop de los 50’s, así como en los peores vienen a la mente la pulcritud exasperante de proyectos soporíferos como The Manhattam Transfer. Claro que de tanto escuchar Bach, Clare Fischer (legendario arreglador de The Hi–Lo’s, Prince y Michael Jackson, entre otros), D’Angelo o DJ Dila lo han convertido en un mutante al que vale la pena prestar atención: “Me encantan esos grupos a capella de los ‘50, realmente los amo. Pero armónicamente hablando también me nutro de material un poco menos convencional como Benjamin Britten, un compositor clásico inglés del siglo XX, y por gente como Stravinsky o Bela Bartok. Esos grupos a capella marcaron una época de los arreglos del jazz, pero la verdad es que eso lo conocí bastante recientemente”.

Entre los super amigos que Collier hizo en 21 años de vida está Hancock, uno de las figuras más influyentes de la historia del jazz que también fue siempre capaz de hacer dialogar el jazz con la música pop: “¡Herbie es tan maravilloso! Lo conocí en el Montreux Jazz Festival con Quincy, hace un par de años. De alguna manera somos espíritus afines: a ambos nos gusta jugar con las armonías y nos excitamos como niños pequeños con las cosas musicales, y creo que también tenemos ideas filosóficas similares. Grabé en algunas de su próximo disco, que sale en diciembre, algo que me tiene muy excitado”.

Excitado por la música, Collier alguna vez dijo que Jones (que arrancó como arreglador de Frank Sinatra, Ella Fitzgerald o Sara Vaughan y terminó produciendo Thriller de Michael Jackson) le dijo que “el jazz es la música clásica del pop”; aunque al parecer, esas reflexiones al fin de cuentas no parecen ser tan importantes: “Para ser honesto, no pienso mucho en eso. Como creador de música, mi trabajo es hacer música, no pensar en qué clase de música es. Hoy en día muchos géneros están mezclándose por todos lados y parece tener cada vez menos sentido poner a la música en una caja como ‘jazz’ o ‘pop’, y creo que eso es tremendamente excitante. Diría que mi música tiene raíces en las perspectivas armónicas y rítmicas del jazz, en mi fruición por esa música”.

Esa misma pasión transmiten las grabaciones de un pibe que, quizás como un modo de hacer pie entre tantas aventuras increíbles, no parece creérsela: “¡Tengo un mundo musical tan intenso dentro de mi cabeza que algunas veces desaparezco ahí! Soy un absoluto perfeccionista, hay veces que paso tanto tiempo trabajando con una música que es capaz que me olvido de comer o de dormir. Además, mi percusión incesante en todo lo que lo que rodea irrita a los que me rodean: no puedo parar”.

* Jacob Collier se presenta hoy a las 21 hs en Niceto Club, Niceto Vega 5510.