Como todo policial que se precie, los tres capítulos que integran la última temporada de Endeavour, el joven Morse (este lunes a las 22 se estrena por Film & Arts) ofrecen una serie de misteriosos crímenes a resolver. A saber, el protagonista (notable Shaun Evans) junto a su compañero y mentor, Fred Thursday (Roger Allam), descubren una saga de crímenes bastante horripilantes en el seno de la orquesta de Oxford. Pero lo crucial en esta precuela de Inspector Morse es como un “detective sergeant”, algo borrachín y bastante misántropo, termina su aprendizaje para devenir en el comisario más respetado y agudo de la tevé británica.

Situada en los primeros años ’70, la ficción amplía magistralmente el universo creado por el escritor Colin Dexter yendo a los días de formativos de este sujeto que puede destrabar cualquier enigma excepto lo que pasa por su cabeza y alma. Complicado, estoico y con algunos gustos que lo mantienen en pie como la música clásica, los crucigramas y su jaguar negro. Así es este sujeto que está a punto de cerrar una fase de su historia. “Todas las trabas que tiene, le construyeron una capa en su piel, que lo sitúan a un par de metros de los demás. Aunque siempre hay un poquitín de optimismo y esperanza en él. Eso le permite seguir con su vida y con todos los casos que tiene que resolver”, graficó el actor que le dio vida a este papel durante nueve temporadas.