El exadministrador del ingenio Ledesma Alberto Lemos quiere hacer todo lo posible para no sentarse en el banquillo de los acusados. Siguiendo los pasos de Carlos Pedro Tadeo Blaquier –que murió impune gracias a los tiempos eternos de los tribunales–, Lemos pretende llevar un planteo ante la Corte Suprema que podría demorar --aun más-- el juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en la provincia de Jujuy. Sin embargo, la Cámara Federal de Casación Penal rechazó la intentona y dijo que no correspondía acudir al máximo tribunal.

Lemos tiene 81 años y lleva once esquivando el banquillo. Pretende seguir así. El 14 de abril pasado, el Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy dispuso la citación a juicio de quien era la mano derecha de Blaquier en la empresa agroalimentaria. Pero Lemos –que tiene como defensor a Jorge Valerga Aráoz, uno de los camaristas del Juicio a las Juntas– planteó que no sabe de qué tiene que defenderse.

En junio pasado, los integrantes del TOF de Jujuy rechazaron su planteo y le recordaron que lo habían elevado a juicio en dos causas: en una por tres casos de secuestros producidos inmediatamente después del golpe de Estado de marzo de 1976 y en otra 20 casos de privaciones ilegales de la libertad que tuvieron lugar en lo que se conoce como las “Noches del Apagón” de julio de ese año, cuando las patotas salieron a secuestrar con camionetas que proporcionó Ledesma y en medio de un corte de suministro eléctrico.

El 12 de septiembre pasado, la Sala IV de Casación –con las firmas de Mariano Borinsky y Javier Carbajo– rechazó la maniobra de Lemos. Pero el ingeniero insistió. Este martes, la Casación le denegó su pretensión de ir hasta la Corte con ese planteo. El pronunciamiento en la Cámara fue en sintonía con lo que había dictaminado el fiscal Javier de Luca.

"Lo que hace Lemos es reeditar, una y otra vez, el mismo planteo. Ya lo hizo con la elevación a juicio", explican quienes siguen la causa Ledesma, un emblema de la responsabilidad empresarial en crímenes de lesa humanidad. Mientras tanto, las querellas y la fiscalía siguen esperando que el TOF de Jujuy convoque a una audiencia preliminar para discutir cómo se llevará adelante el juicio y que ponga fecha para el comienzo del proceso.

Blaquier y Lemos fueron indagados y procesados en 2012 por crímenes de lesa humanidad: debió hacerlo Fernando Poviña, un juez que no era de la jurisdicción de Jujuy. En marzo de 2015, la Cámara de Casación revocó los procesamientos y la Corte Suprema le aplicó la cronoterapia al expediente hasta julio de 2021. Una vez allanado el camino hacia el juicio oral, la defensa planteó que Blaquier no estaba en condiciones de sentarse en el banquillo. Murió impune en marzo de este año.