En un escueto comunicado, el gobierno nacional reconoció a regañadientes que era falsa la pista que fogonearon en el Congreso, en los medios de comunicación y en cada declaración de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Se trata de la supuesta hipótesis de que Santiago Maldonado habría sido apuñalado por un puestero cuando ingresó ilegalmente a su casa. En rigor, la versión ya había quedado desmentida varias veces por testimonios de amigos de Maldonado y por el propio puestero, que dijo que la herida no era mortal. No importa: el Gobierno se aferró a esa hipótesis que exculpaba a la Gendarmería, pese a todas las pruebas en contra. Un análisis de ADN la demolió. Ayer, más allá del lacónico comunicado, reinaba el silencio en Casa Rosada.

Ningún funcionario salió a comentar cómo seguirá la estrategia oficial luego de que quedara descartada la pista que, según dejaron trascender, el presidente Mauricio Macri seguía con ansiedad. Y esperaba que resolviera el caso en favor de la posición oficial, que es negar toda posibilidad de que la Gendarmería haya estado involucrada. 

Todo lo que dejaron caer ayer fue un comunicado de la cartera que, de momento, conduce Patricia Bullrich: “El Ministerio de Seguridad de la Nación informa que el ADN de la persona herida por Evaristo Jones en el puesto de Benetton no es coincidente con el de Santiago Maldonado. Esto es auspicioso porque implica que se descuenta que sea Santiago Maldonado la persona acuchillada en esas circunstancias”, reconocieron. Antes de esto, el Gobierno había elegido obviar videos donde se lo veía después del hecho, además de testimonios de amigos y de la familia que lo vieron y escucharon en buenas condiciones.

“El Ministerio de Seguridad de la Nación aumentará la recompensa ofrecida a cambio de información fidedigna sobre el paradero de Santiago Maldonado y, a su vez, se incrementarán los rastrillajes en distintos puntos de la zona”, aseguró Seguridad. No se informó a qué monto se actualizará la recompensa.