El gobierno salió a terciar en la jornada conflictiva que se vive en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y en el Aeroparque Metropolitano “Jorge Newbery”, donde los gremios aeronáuticos protestan contra el ingreso de las líneas aéreas de bajo costo, las llamadas low cost. La realización de asambleas por parte de los gremios llevó a cancelaciones y demoras de los vuelos programados.

Con todo, los gremios anunciaron que no acatarán la conciliación porque, alegaron, no se trató de "medidas de fuerza, sino una asamblea". El único gremio aeronáutico que no se plegó a la jornada es la Asociación Argentina de Aeronavegantes.

El foco del conflicto es Aeroparque, donde la cantidad de vuelos afectados son unos 50, mientras que en Ezeiza eran menos de 10. Los sindicatos en conflicto son la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA).

Ricardo Cirielli, de APTA, contó que "el Gobierno ya dio rutas aéreas a tres low cost, pero ninguna empezó a volar. Antes de otorgar más rutas y más permisos, debe garantizar e invertir en la seguridad aérea, con radares y equipos de comunicación". En un comunicado firmado por los cinco sindicatos, acusaron a la administración macrista de aplicar "una política que asfixia financieramente a las empresas aéreas que ya están operando en el país". Consideraron además que el ingreso de las low cost “cercena desmesuradamente” los ingresos de las líneas aéreas que operan en el país.

Por su parte, Pablo Biro, de APLA, consideró que "la liberalización del espacio aéreo a través del ingreso de nuevas líneas aéreas produce la quiebra de la totalidad de las empresas, ya que la expansión sin una planificación debida puede significar la degradación total del sistema aéreo como ya ocurrió en la década de los 90', con graves hechos de inseguridad que costaron vidas humanas".

Al mismo tiempo que los gremios se manifestaban, en el Teatro de la Ribera se llevaba a cabo la audiencia pública de recepción de ofertas por nuevas rutas aéreas. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, cuestionó a los sindicatos: “En vez de festejar que estamos abriendo nuevas rutas y que va a significar más trabajo para todos, no permiten en estos momentos que se pueda volar en Argentina, tomando como rehenes a miles de pasajeros que están varados en los aeropuertos". Así las cosas, los vuelos comienzan a retomarse de manera paulatina tras la disposición de Trabajo.