“Levantamos con les jóvenes las banderas de Memoria, Verdad y Justicia”, fue la consigna para el desarrollo de una actividad colectiva con estudiantes, que tuvo lugar en la esquina de Garibaldi y Allison Bell, en el Sitio de Memoria Ex CCD Pozo de Quilmes. El motivo tuvo que ver con los tres años del inicio del Juicio por los delitos de Lesa Humanidad cometidos en el Pozo de Quilmes, el Pozo de Banfield y el Infierno, de Avellaneda. Estos juicios se llaman de Lesa Humanidad a partir de la nulidad de las leyes de impunidad en 2003, y juzgan delitos que afectan a una gran cantidad de personas y que agravian a la humanidad. El juicio a Las Brigadas es una causa unificada que investiga a 19 represores. Hay un total de 604 personas victimizadas y alrededor de 500 testigos y testigas. Desde el comienzo de las audiencias, seis de los imputados fallecieron impunes.

Walter Docters, ex detenido desaparecido del Pozo de Arana y del Pozo de Quilmes, señaló en conversación con alumnos y alumnas de la Escuela Nº 63, la “sistematicidad del plan”: “No eran unos locos. Por eso un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro.” Julián Torres, que también forma parte del Colectivo Quilmes, Memoria, Verdad y Justicia, y coordinó el grupo, comenzó hablando sobre la memoria: “La memoria es muy importante. Lo único que puede garantizar que no volvamos a vivir en una dictadura es saber qué pasó y que nos sensibilicemos con las personas que vivieron esa crueldad”. La palabra circulaba entre les jóvenes: “Hay una candidata a vicepresidenta que se reunía con Videla”, observó una alumna de esa escuela. “Y muchos de los candidatos de LLA reivindican la dictadura. Eso me parece terrible”. “Los testimonios son la forma de echar luz y darle voz a quienes ya no están”, siguió Julián y le dio la palabra a Walter Docters qué contó que declaró en diferentes juicios “treinta y pico de veces por todos nuestros compañeros y compañeras”.

Con un acto de apertura en la calle, frente a casi 300 estudiantes de más de veinte escuelas, el objetivo fue difundir, visibilizar y construir la memoria colectiva junto a sobrevivientes y familiares. Una jornada para reflexionar sobre lo que sucede hoy con los procesos de justicia y también con algunas voces que emergen y dan cuenta del negacionismo. Escuchar qué opinan les jóvenes, qué piensan y cómo seguir construyendo juntos y juntas la memoria social y colectiva. Así, en rondas de 15 personas, las y los estudiantes trabajaron con una línea de tiempo para observar “El camino de los juicios”, material realizado por el Ministerio de Educación de la Nación.

“Se están juzgando delitos de lesa humanidad, y eso es muy relevante a nivel internacional”, empezó diciendo Luciano Grassi, del Colectivo Quilmes, Memoria, Verdad y Justicia, en el grupo que le tocó coordinar. “El juicio está sucediendo ahora y muchos y muchas son escuchados y escuchadas por primera vez. Por eso, además, los juicios sirven para conocer nuevas historia que estaban invisibilizadas e interpelan para ver qué se construye socialmente sobre la temática. Tal vez tardíamente, con muchos imputados que por llegar a una determinada edad fallecen antes de ser juzgados o terminan teniendo los beneficios de prisiones domiciliarias porque les corresponden por la edad. Aun así, se sigue haciendo justicia, por tribunales comunes, con las penas de nuestro código penal. Los juicios de lesa humanidad construyen democracia”, destacó.

“En tanto no sepamos qué pasó, todos los días esa persona sigue desaparecida. Y algo de lo que se busca en un juicio, es saber qué pasó”, subrayó Luciano, en su grupo. Junto a él estaba Mabel García, ex detenida desaparecida del Pozo de Quilmes que contó su historia y luego señaló la importancia de este conversatorio, del diálogo y de la democracia. Les dijo a los y las jóvenes: “Interésense, no le den a otros la posibilidad de que piensen por ustedes. Si ustedes conocen la historia nadie los va a engañar”. Belén y Bianca de quinto y sexto año de la Escuela Media Nº 3 contaron que vieron la película Argentina, 1985, y así se involucraron con el tema y supieron “lo que era un juicio a los militares”.

Luego de los conversatorios, les estudiantes entraron en grupos al ex CCD Pozo de Quilmes, junto a coordinadores y coordinadoras del Colectivo Quilmes, Memoria, Verdad y Justicia, que guiaron las visitas. Camilo Landi contó que la visita fue como bajar al llano lo que conversaron con les estudiantes. “Quedaron impactades, en parte por lo que se ve en las redes en cuanto a discursos negacionistas. Por eso quedaron como consternados y se emocionaron. O se ponían en el lugar de una mamá o de un papá que no sabía qué había pasado con sus hijos e hijas. Eso rompe con muchos de los discursos que se leen en las redes y se ven en TikTok. Los mismos pibes y pibas terminaron la visita pidiendo justicia por la historia de los compañeros”. Camilo observa también cómo en estos encuentros se cruzan las nuevas generaciones con aquellos compañeros y compañeras que vienen luchando desde hace décadas por una condena justa a los genocidas.

Susana Brardinelli, también integrante del Colectivo, dijo que estas actividades con jóvenes resultan muy significativas: “Hoy escuchaba una de las frases que se leyeron en la apertura de la jornada para formar los grupos, que decía: ‘Nosotros queremos memoria, traemos la verdad y la justicia se la pedimos a los jueces’. Priscila llegó con compañeres de la Escuela Media 3 y dice: “Es lamentable todo lo que vivieron estas personas, espero que se haga justicia.” “Me dio escalofríos entrar”, dijo Ariana, “Me sentí agobiada”, contó Bianca. La profesora que las acompañó contó que en las clases investigaron sobre la vida de un estudiante desaparecido de su escuela llamado Víctor Fatuso.

Al mediodía se desplegó una mesa en el garaje de lo que era el Pozo (por donde ingresaban los autos con las personas secuestradas) que sirvió para hacer las baldosas de la memoria. Estudiantes de la Escuela Nº 15 de Quilmes, tenían los nombres de aquellos jóvenes y juntas y juntos armaron las baldosas con pedacitos de mosaicos. “Fueron seis, pero estamos haciendo las baldosas de Marta Scotto, Alicia Lisso y Marcelo Marghetich”, contó Noviembre, de 6º año. “Todo esto emociona mucho porque se conocen historias que son necesarias conocer”, dijo Morena. “¿Hace poco no hubo un represor que salió a apoyar a La Libertad Avanza?”, preguntó Noviembre a sus compañeres, “Habló de excesos y de que fue una guerra y eso me parece un retroceso enorme”, concluyó mientras pegaba las letras en la baldosa.

Por la tarde pintaron tres banderas que van a llevar al Tribunal el día de la sentencia: una decía Memoria, la otra Verdad y la otra Justicia. Con stencils, esponjas, temperas y rodillos, les jóvenes decoraron alrededor de cada una de esas palabras. Hacia el final de la actividad, llegó Mayra Mendoza, intendenta reelecta de Quilmes, que agradeció a les docentes por el compromiso y a les estudiantes por involucrarse. “Quiero hablarles a los más jóvenes, que sepan que lo que vivimos en la Argentina desde 1976 a 1983 con la vuelta de la democracia, fue tremendo, un dolor enorme que, quizás, hasta hoy es irreparable. Una dictadura cívico-militar a la que Milei y su candidata a vicepresidenta reivindican. Por eso, lo que está en juego el 19 de noviembre es democracia o dictadura, es amor u odio, y es el destino de nuestra patria”. Para cerrar la jornada, el Polaco Rubén Schell, ex detenido desaparecido del Pozo de Quilmes, gritó a viva voz: “¡30.000 compañeros desaparecidos, presentes, hoy y siempre!”