A 41 días de la desaparición en La Plata de Johana Ramallo, un grupo de familiares y amigos de la joven de 23 años tomó “en forma pacífica” el edificio de las fiscalías, en 7 y 51. La medida, que se prolongó por varias horas, tuvo como objetivo “rechazar la decisión de la fiscal del caso, Bettina Lacki de mantener la carátula de ‘averiguación de paradero’ en lugar de escuchar el pedido de la parte querellante para que se investigue la ‘desaparición forzada de persona’ porque está claro que Johana no se fue de su casa por propia decisión”, le dijo a PáginaI12 Sandra Di Seri, integrante del grupo de amigos que vienen reclamando la “aparición con vida” de la joven y que la fiscalía “tome el manejo del caso y que se aparte a la Policía Bonaerense como responsable de la investigación”. Los familiares y amigos afirman que “la hipótesis central es que a Johana la secuestró una red de trata y eso no se está investigando”. 

Los familiares y amigos de Johana resolvieron ayer “ingresar y ocupar” el edificio de la Fiscalía para cuestionar la ratificación de la carátula de “averiguación de paradero”. El 22 de agosto pasado, luego de tomar la sede del Consejo Provincial de las Mujeres, la familia Ramallo pidió a la Justicia el cambio de carátula, a la vez que demandó la intervención activa del Estado y una entrevista urgente con la gobernadora María Eugenia Vidal, audiencia que todavía no se concretó. 

Los familiares consideran que el cambio de carátula significaría que “no sólo se está investigando dónde está Johana sino también quiénes se la llevaron”. El rechazo de la fiscal se conoció luego de “dos largas semanas”, hecho que “no es otra cosa que la confirmación de que no existen pistas firmes en la investigación”, algo que “no debería pasar a 41 días” de ocurrida la desaparición y “mucho menos cuando hay indicios suficientes para saber que a Johana se la llevaron y no la están dejando volver”.

Sandra Di Seri señaló que “los allanamientos y rastrillajes realizados hasta ahora han sido todos negativos”. La mayoría de los procedimientos “se llevaron adelante sin establecer conexión entre uno y otro” lugar. Por eso, en una nueva presentación realizada ayer ante la fiscal insistieron en pedir que “con urgencia se activen más dispositivos de búsqueda y que se aparte a la Policía Bonaerense de la investigación”. Se subrayó, en este sentido, que se trata de “una fuerza que conoce en detalle todos los movimientos de la zona donde Johana fue vista por última vez, y es por lo tanto imposible que no sea capaz de encontrarla”.

Di Seri recordó que Johana fue vista por última vez, el 26 de julio pasado, en una estación de servicio ubicada en 1 y 63, una zona “muy identificada” con las actividades de las mafias que manejan “la trata de personas”. Por ese motivo, los familiares y amigos creen que Johana puede haber sido secuestrada por esos grupos, que muchas veces, como se ha demostrado en otras investigaciones, cuentan con la protección y la complicidad de sectores de las fuerzas de seguridad.