Anita Acciari tiene un chingolo que habla y un amigo que vende garrapiñadas, y un día dejó al primero bajo el cuidado del segundo pues debía atender unos asuntos. Pero sucedió que al garrapiñero también le surgió un compromiso y decidió llevarse el pájaro consigo. Al llegar a destino, bajó del taxi que había tomado… y olvidó la jaula. Después de una búsqueda desesperada, felizmente apareció el taxista con el pájaro en la mano. Cuenta la leyenda que, desde ese día, el chingolo repite la misma frase: “Never taxi”. A fuerza de insistencia, el bicho terminó revelándole el nombre que debía tener la banda que ella integraba.
Never Taxi se formó antes de tener nombre, con dos Facundos, López y Fassón, combinando sus guitarras y voces. “Fue para volcar nuestras influencias y tocar lo que queríamos escuchar”, explica el primero. ¿Qué sería eso? “Explosión, contundencia, frescura y simpleza, por eso tenemos equipos de más de 30 años y grabamos tomas con la banda completa.” Cerraron filas con la incorporación de la cantante Anita Acciarri y el baterista Leo González, y grabaron su primer y único disco al cabo de una sesión compacta y violenta de apenísimas ocho horas. Lo cual de ningún modo significa precariedad o desapego al trabajo: fuera del estudio, tienen una disciplina de tres ensayos semanales que a veces duran seis horas cada uno.
Después de presentar su disco epónimo en Makena, ahora Never Taxi va por su nuevo objetivo: mostrarlo el domingo en The Roxy Live, donde desplegarán la otra dimensión que caracteriza al grupo, la visual. De eso se encarga Federico Castelló, experimentado vestuarista y maquillador del cine under y el teatro off. “Además de sonar fuerte y lindo, le sumamos impacto visual, porque las letras son tan importantes como las emociones”, asegura López.
Un sonido crudo pero trabajado, una performance integral de imagen y sonido, y el magnético contrapunto de voces entre Acciarri y López integran el patrimonio de Never Taxi, que deambula el circuito de capital y GBA con el propósito de mostrarse originales. ¿Cómo lograrlo cuando todo parece ya dicho en el rock? “Siempre hay algo nuevo para hacer y aprender”, sostiene López. “La industria necesita encasillarte, pero es el artista el que siempre rompe esa barrera para crear con los retazos de lo que fue. Todo es vigente pero retroalimentado por lo que va surgiendo. Diría que en realidad no hay nada dicho, y si descubriésemos en algún momento que es así, nos pondríamos un parripollo.”
* Domingo 4/12 en The Roxy Live, Niceto Vega 5542. A las 20.