El estreno del presidente estadounidense, Donald Trump, y la crisis con Corea del Norte serán los platos fuertes de la Asamblea General de la ONU, que a partir de hoy convierte a Nueva York en el centro de las relaciones exteriores. Carente del arte de la diplomacia, Trump se burló por Twitter del líder norcoreano Kim Jong-Un y lo llamó “hombre cohete” en alusión a sus ensayos nucleares. Con el mismo tono, ironizó sobre “las largas filas” de espera para cargar combustible en ese país, tras las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad. En el plano interno, el magnate compartió un videomontaje en su red social favorita que lo muestra lanzando una pelota de golf que luego parece golpear a su rival electoral, la demócrata Hillary Clinton.

Trump contó que se comunicó por teléfono con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y que acordaron implementar “a fondo” las sanciones impuestas por la ONU a Corea del Norte para que se abstenga de continuar con sus ensayos con misiles y armas nucleares. Tales sanciones incluyen la reducción en la cuota de petróleo que Pyongyang puede importar. El tema Corea del Norte será uno de los platos fuertes de la Asamblea General que comienza esta semana en Nueva York, donde se espera que participen más de 120 jefes de Estado y de gobierno. 

Además de Pyongyang, la situación en Venezuela, Birmania, Siria, Libia, en varios conflictos africanos o el futuro del acuerdo nuclear con Irán estarán en el centro de las discusiones de los miles de representantes diplomáticos concentrados en la ciudad que nunca duerme. Está por verse si las conversaciones sobre Corea del Norte se verán o no afectadas por la ausencia en la Asamblea General de dos actores clave: el presidente chino, Xi Jinping, y el ruso, Vladimir Putin. Tampoco estará en Nueva York el líder venezolano, Nicolás Maduro, pero la situación en el país sudamericano será abordada por otros mandatarios–se prevé que Trump lleve esa discusión a una cena con varios líderes latinoamericanos esta noche-.

La primera aparición de Trump ante los líderes mundiales es un acontecimiento que despierta gran expectativa. Su discurso está previsto para mañana, la jornada en la que se abren oficialmente los debates de la Asamblea General. Muy crítico con la ONU y con un mensaje eminentemente nacionalista, el presidente estadounidense tendrá la oportunidad de dibujar su particular visión del mundo y sus grandes prioridades en el ámbito internacional.

La Casa Blanca aprovechará esta semana para insistir en la necesidad de reformas en el seno de Naciones Unidas, tras haber amenazado con un importante recorte de los fondos que aporta. En esa línea, Trump presidirá hoy una cumbre de jefes de Estado para impulsar cambios en la gestión de la organización, en la que también intervendrá su Secretario General, Antonio Guterres. El portugués, que también vivirá su primera Asamblea General en el cargo, ha propuesto una amplia agenda de reformas, en buena parte en busca de gestionar la delicada relación con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, que hace unos meses llegó a referirse a la ONU como un “club” de gente que se reúne para “pasarla bien”. 

Trump, además, dio un duro golpe a Naciones Unidas al anunciar en junio que EE.UU. abandonará el Acuerdo de París sobre cambio climático, que la organización considera uno de sus grandes triunfos de los últimos años.