A 49 días de la desaparición de Santiago Maldonado, sin resultados concretos y con pronunciamientos públicos que evidenciaron su parcialidad en el caso, el juez federal de Esquel, Guido Otranto, fue recusado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) ante la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia, donde el jueves se resolverá un planteo similar previo, presentado por la familia Maldonado.

La recusación del CELS se basa en que “las declaraciones del juez Otranto en los medios de comunicación afectan la garantía constitucional de imparcialidad y suponen el adelantamiento de opinión respecto de los hechos investigados y la enemistad manifiesta hacia la parte querellante”.

El planteo se conoció en simultáneo a la comunicación oficial emanada por el juzgado de Otranto, donde se informa el resultado del allanamiento y rastrillaje realizado de manera sorpresiva en el día de ayer con la intervención de 367 efectivos de diversas fuerzas federales y que redundó en un rotundo fracaso. Según detalló el Centro de Información Judicial, en el megaoperativo se secuestraron dos mochilas, varias camperas de color negro y teléfonos celulares que “serán objeto de análisis científico para determinar si efectivamente pertenecen” al joven desaparecido el 1 de agosto pasado, cuando fue visto por última vez durante un operativo de Gendarmería en la comunidad mapuche de Cushamen. 

De acuerdo con el informe de la Justicia, el rastrillaje de ayer incluyó el cauce y la costa del río Chubut “con resultado negativo”, y se cubrió una distancia aproximada de 6 kilómetros desde las inmediaciones del lugar en el que el joven artesano habría sido visto por última vez. 

Una de las mochilas fue secuestrada en una de las viviendas allanadas, y sus características coinciden “parcialmente” con la descripta por dos testigos de la causa como la que usaba el joven artesano cuando desapareció. La otra se encontró “en aparente estado de abandono”, bajo un árbol cercano a la costa cruzando el río Chubut, y fue secuestrada “debido a la semejanza de su color con la descripta por los testigos mencionados”, precisó el juzgado. Según se informó, el suelo bajo ese árbol aparentaba tener “tierra removida”, por lo que el sector fue inspeccionado por perros adiestrados en búsqueda de rastros humanos, con “resultado negativo”. 

Asimismo, en distintos puntos del sector ocupado por la comunidad, fueron secuestradas “varias camperas de color negro como la que llevaba puesta la persona que se ve en la filmación”, entregada por la abogada que representa a la familia de Santiago Maldonado, Verónica Heredia.  En tanto, los teléfonos celulares fueron encontrados en las diferentes viviendas requisadas, y ahora se buscará determinar si alguno de ellos pertenece a Maldonado, o si “registran datos relevantes para explicar su desaparición”, indicó el juzgado federal de Esquel. 

El juzgado de Esquel precisó que, en el marco del operativo, se encomendó al personal de policía científica que realice un recorrido desde la tranquera de ingreso hasta la orilla río Chubut, “con el objeto de registrar toda la zona en filmaciones y fotografías que puedan servir de cotejo para evaluar el contenido de las declaraciones testimoniales recibidas”. Con esa misma finalidad, se realizaron tomas desde la margen contraria del río para “ilustrar el campo de visión que habrían tenido las personas que habían logrado cruzarlo el día 1 de agosto”.

En 33 vehículos y con la asistencia de 2 helicópteros, los efectivos revisaron 21 construcciones, algunas utilizadas como vivienda por los miembros de la comunidad, otras como puestos de guardia y "muchas otras" en “evidente estado de abandono”. Según el parte del juzgado, en el momento en que las fuerzas de seguridad iniciaron el allanamiento “detectaron la presencia de cuatro personas en diferentes lugares de la zona”, tres de los cuales eran varones, fueron identificados y “quedaron bajo custodia policial hasta que culminó el procedimiento”.  

En tanto, el juzgado aclaró que la mujer detenida, Elizabeth Loncopan, "no permitió que pueda ser debidamente identificada", por lo cual fue conducida “con esa finalidad” a la ciudad de Esquel, donde la policía local la mantuvo con las manos precintadas durante varias horas e incomunicada con su familia.