Después de ocho días de ocupación del ministerio de Ciencia y Tecnología, las autoridades de la cartera que conduce Lino Barañao accedieron a una reunión con los científicos desplazados del Conicet. El encuentro comenzó en horas de esta tarde y, mientras se desarrollaba, los grupos que reclaman se mantuvieron allí en estado de asamblea. El resultado de la reunión fue apenas la propuesta de dos semanas de prórroga para quienes acepten firmar el pase a pasar a universidades nacionales.

Los funcionarios pusieron una única condición para poder realizar un encuentro que se dilató durante más de una semana: que terminara la ocupación del hall. Así se hizo y los representantes del ministerio accedieron a negociar en el cuarto piso la situación de 450 cesanteados.

Desde el ministerio reabrieron la instancia de negociación luego que, en conferencia de prensa, los despedidos desmintieran la versión oficial de que más de la mitad ya habían aceptado las condiciones ofrecidas. 

El origen del conflicto se remonta a diciembre pasado, cuando los recortes en el Conicet, que derivaron en la toma por 500 despidos, de los cuales se reincorporó a 50 en mayo.El encuentro tan demorado se realizó en el marco de la comisión mixta de seguimiento que se acordó a fin de 2016.

“Nosotros tenemos tres reclamos concretos”, contó a este diario Alejandro Muntó, de Jóvenes Científicos Precarizados. “Queremos estabilidad laboral, mantener un salario acorde al de un investigador del Conicet y que se garantice la continuidad de las líneas de investigación”.

En rigor, la oferta del ministerio es reincorporar a los cesanteados, pero no al Conicet, sino a las universidades nacionales. De allí que el reclamo ahora es que sea por el mismo salario y sin que se alteren los planes de investigación desarrollados en el Conicet. Pero allí se estancó la negociación. Porque Barañao sólo se comprometió a extender dos semanas una opción vigente hasta el 30 de septiembre.

Según lo pautado antes de la reunión de hoy, a fin de mes vence el tiempo para que los científicos desplazados acedan a seguir sus labores en una universidad nacional. Ahora tendrán plazo hasta el 13 de octubre, pero sin estabilidad laboral asegurada y cobrando un tercio de lo que ganaban en el Conicet. Muntó dijo "que es una cifra de unos 10 mil pesos menos".

Además, la estabilidad no está garantizada, porque al quedar dentro de la órbita universitaria caen bajo jurisdicción de la secretaría de Políticas Universitarias del ministerio de Educación, que en el artículo 10 de su convenio con las casas de altos estudios establece el cese de los contratos a partir del momento en que se termina el financiamiento. 

Muntó agregó que, de cara a las nuevas incorporaciones en el Conicet, habrá recortes. “El ministerio estima incorporar 450 investigadores a fin de año, una cifra que no se condice con la curva ascendente que había hasta 2015 en el ingreso de nuevos investigadores”. En tal sentido recordó que, hasta el cambio de gobierno, llegó a haber, en el mejor año, 960 ingresos, casi el doble que lo que ahora se proyecta. Tras la reunión de hoy, evaluarán cómo continuar la lucha.