La conferencia de prensa de Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos reunió en Buenos Aires a una inusual cantidad de representantes de medios españoles. Es que las declaraciones de Serrat durante el encuentro de prensa por estos mismos conciertos, la semana pasada en Chile, rebotaron en España a días del crucial referéndum independentista de Cataluña. 

–Los colegas españoles preguntan por la realidad de su país, quisiera preguntarles ahora por la nuestra, sabiendo que son artistas que siempre se han mantenido cerca de la Argentina. Actualmente nuestra sociedad está sacudida por el caso de la desaparición forzada de un joven, ¿cómo ven esta realidad?, preguntó Páginai12. 

Ana Belén: –Siempre piensas que hay cosas que no se repiten en la vida. Desgraciadamente sí, esto se repite una vez más. Y pasan los días y se reclama, y no hay respuesta. Es un sufrimiento, porque dices: ¡por favor, otra vez! Es tremendo. Es una sensación de desolación que no haya esa respuesta, que no se sepa. El no saber es lo peor. Leemos la noticia, nos enteramos de ella, y estamos cerca de todo el mundo que está preguntándose por qué. Por eso digo que parece mentira que las cosas, después de tanto tiempo, se vuelvan a repetir y volvamos a encontrar un caso que está ahí, tan fresco en la memoria. Y la memoria es tan importante... Es una desolación.

Joan Manuel Serrat: –No sabemos si algún día sabremos, si algún día alguien dirá algo más de lo que ha dicho hasta ahora, si algún día las cosas irán más allá de tirarse mutuamente los muertos a las puertas , y algo se sabrá. El caso es que este muchacho sigue todavía desaparecido, a pesar de recompensas que el gobierno pueda ofrecer, no tenemos novedades. Las responsabilidades en este caso se aclararán a partir de unos testigos que quizás que no hablan porque tampoco tienen la costumbre de hablar, no es que puedan poder decir cosas. Es un sentimiento de deja vu, cuando yo llegué ayer al país, puse la televisión por mecánica, y lo primero que oí fue hablar de Nisman. Y cuando me fui de aquí, dos años atrás, lo último que escuché fue exactamente lo mismo. Era como haber entrado en un círculo temporal que me llamaba al mismo lugar.