“Es muy difícil nuestra tarea en el Congreso porque hay una plaga de esta gente”, afirmó por la 750 la diputada nacional por Unión por la Patria, Florencia Carignano. Lo planteó en respuesta a su par libertaria, la cosplayer Lilia Lemoine, quien la acusó de “comerse los mocos” y la invitó a resolver sus diferencias con una pelea sobre un ring de box.
Las tensiones entre ambas legisladores comenzó semanas atrás, cuando en una sesión Carignano tildó de “gatos” y “locas” a Lemoine y Nadia Márquez, ambas de La Libertad Avanza, mientras hablaba sobre el rol de Gerardo Milman en el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner.
Esta semana hubo una nueva escalada, ya que en una entrevista Carignano ratificó que las diputadas oficialistas se lo “tomen a la joda” su rol en el Congreso y son “brutas” que “no se informan”. Por su lado, Lemoine retomó sus planes de cosplay de Maravilla Martínez.
“Yo estudié mucho como para ir a pelear. Nunca se me hubiera ocurrido pelear con nadie. No vengo del barro, vengo de la militancia, vengo de una carrera, de dos másters”, aclaró Carignano ante la pregunta de la 750.
Para la legisladora, los nuevos ataques en su contra tienen que ver con una reacción desmedida producto de sus dichos de hace unas semanas: “Creo que les dolió muchísimo y por eso siguen sangrando por la herida”.
La diputada, lejos de pensar en pelear, aseguró estar concentrada en las elecciones del domingo en Santa Fe y en “hacer lo que haya que hacer para que Cristina pueda demostrar su libertad”. Para eso, insistió, es clave ampliar la Corte Suprema y “generar un gobierno peronista en dos años”.
“¿Cómo vamos a discutir con alguien que piensa que la tierra es plana?”, cuestionó con ironía a Lemoine. Y remarcó que el problema de fondo es político: “No quieren debatir el Garrahan, no quieren financiar las universidades. Sé que las universidades son ajenas a ellos, pero hay un montón de pibas y pibes que todos los días se levantan y quieren hacer una carrera”.
La legisladora también criticó las provocaciones a los más vulnerables: “Ir a provocar a los jubilados, como hizo esta chica ayer, es innecesario y de mal gusto. Es como el Presidente provoca al niño autista. Se ensañan con gente que la está pasando mal. ¿Cuánto te tuvieron que haber despreciado de niño, no haberte querido?”.
“Tenemos que terminar con eso. Pero tampoco vamos a permitir que nos sigan insultando. Conmigo se acabó la dulzura. No voy a permitir que nos digan cualquier cosa”, advirtió.
Y cerró con una sugerencia cargada de ironía: “Tendría que aprovechar y agarrar libros, tratar de estudiar algo, para pasar por personas un poco más dignas, porque es bastante indignante la oposición que tenemos”.