En un duro editorial, el periodista y conductor de La Mañana de AM750, Víctor Hugo Morales, analizó el impacto de las medidas que ya prepara Javier Milei y advirtió que la sociedad estará mercada por la ley de la selva, con empresarios que podrán remarcar libremente los precios sin importar si los ciudadanos tienen dinero suficiente para no morir de hambre.

El editorial de Víctor Hugo Morales

La ley de la selva ha llegado. ¿Quién va a ser el Tarzán de la película? Él dice que va a gobernar para los argentinos de bien. Son seis de cada diez, ¿no?

La maravillosa población que lo elige a Milei, que no lo ve estrafalario, ni ridículo, ni dependiente, ni chiquito, ni débil, ni simplemente un servil del poder. Esos seis de cada diez argentinos, bueno, han querido exactamente esto. Y bueno, viva la democracia.

Milei promete liberar todos los precios de la economía todo lo que pueda. Es decir, todo. ¿Cuáles no podría? Y se terminan los controles de precios. Imaginate lo que es este día para Pagani. Para Pérez Companc. Para Coto. Lo que significa libertad de los precios. Porque la libertad es eso: ¡la de cobrarte cualquier cosa!

Y vos tenés la libertad de pagar por lo que quieras. Ahora, si tenés un límite en la posibilidad de no poder comprar ni harina, mala suerte. Pero vos tenés la libertad de comprarla, eh. ¡Viva la libertad!

El pronóstico sombrío que Milei, eso que se llama estanflación, está en marcha. Está muy claro el plan económico, que es refugiarse en los conocidos errores y demoras del actual gobierno para, con esa idea, hacer cualquier cosa que siempre se pueda atribuir al Gobierno anterior.

Milei dijo que la Secretaría de Comercio no va a existir más y que Economía no tiene que regular precios para que el mercado solito se encargue de decir quién puede comprar y quién no. Libertad a los empresarios para cobrar lo que quieran. Porque vos sos libre.

Un kilo de yerba, ¿cuánto lo querés cobrar? Mi libertad determina que te lo voy a cobrar 10 mil pesos. Muy bien. Ahora, digamos que vos también tenés la libertad de comprarlo o no. Ahora, ¿es una libertad comprarlo o no? ¿O es que no hay más remedio? Cuando se trata de harina, fideos, aceite, un poquito de carne, vos tenés la libertad, te lo dicen seis de cada diez argentinos. Te lo dicen, ¡viva la libertad, carajo!

Entonces, si las cosas son de esa manera, nadie se puede quejar. Porque la contraparte es la gente que sí quiere, que si se le antoja, puede gastar. Salvo que no pueda nada.

Hay cuatro de cada diez argentinos que votaron por la justicia social. Pobres. Por la esperanza de un mundo mejor. Por la esperanza. Por el rechazo a la acumulación brutal del capitalismo. Pero, seis de cada diez votaron por Milei. Enceguecidos, envenenados por la mafia de Clarín y las redes antisociales.

Es verdad, algún día habrá que pedirle explicaciones a Clarín. En vez de caminar para el Obelisco, caminar para la calle Tacuarí. Qué sé yo. Para decirles, 'muchachos, ¿qué es lo que están haciendo?'. Ahora Milei no deja en pie ni la Secretaría de Comercio, que es la que traba un poco, tampoco demasiado. Es la que le pone algún dique a la ley de la selva.

La ley de la selva es al capitalismo como Chita para Tarzán, se llevan bien, se dan besos. Y la serpiente esa que siempre ponían por detrás de Tarzán y no veía y se arrimaba por la rama gruesa del árbol, resulta que pasa de largo y se come a los de la platea.

Salud es una secretaría; Educación, un profesor chiflado, los precios los maneja Bunga Bunga. Seis de cada diez argentinos quisieron hacer sonar sus clarinetes de victoria. Bueno, viva la vida, Tarzán, Milei y las monas preciosas bailan sobre el Titanic porque las balsas son para ellos.