Alicia Tate será secretaria de la Mujer, Género y Diversidad, de acuerdo con el organigrama propuesto por el gobernador electo Maximiliano Pullaro, y recién aprobado en la Ley de Ministerios. El nombre de esta militante radical histórica está asociado desde los años 80 con los feminismos, y por eso -en un contexto nacional de negacionismo del presidente electo Javier Milei de las violencias por motivos de género- su posición es clara: "A mí me preocupan los dichos del mandatario electo y de su vicepresidenta (Victoria Villarruel), que para colmo es una mujer, enarbolando banderas que creíamos que ya estaban lejos. Tenemos que estar siempre alertas, porque una ley se puede derogar con otra ley. No solo debemos seguir manteniendo las leyes que tenemos, diseñando políticas públicas de acuerdo con esas leyes, que las completen, sino además incorporando nuevos derechos". Desde el 10 de diciembre, será la encargada de diseñar y ejecutar las políticas públicas que ya no tendrán un Ministerio de las Mujeres a nivel nacional de referencia. Es decir, sin políticas públicas y asignación de recursos como hubo durante los últimos cuatro años. 

Tate tiene una larga trayectoria militante en el alfonsinismo, fue una de las tres mujeres que estuvo en la formación de la Junta Coordinadora en 1968. En los años 80, empezó a militar en el feminismo, fue una de las integrantes del Foro de Integración de la Mujer Santafesina, que impulsó la ley de cupo, sancionada en la provincia en 1991, luego de un arduo trabajo. Ese mismo año se sancionó la ley a nivel nacional. En Santa Fe lo impulsó el Foro. "Lo integrábamos mujeres de todos los espacios políticas, había socialistas, peronistas, radicales, la presidenta era Susana Rueda (de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina), que fue después la primera mujer que integró la mesa de la CGT. Todas seguimos después en el mismo camino, algunas desde otros espacios, pero todas seguimos siendo consecuentes", recuerda. Fue diputada provincial en el período 1999-2003 y de allí diputada nacional hasta 2007. En la cámara baja provincial dejó sus huellas: la ley del registro de deudores alimentarios morosos fue de su autoría, como así también la que creaba un programa provincial de salud sexual y reproductiva, antes de que hubiera uno nacional. "Desde cada una de esas bancas traté de llevar a la práctica algunos de los reclamos que las mujeres y las diversidades habíamos hecho", dijo a Rosario/12. 

-Una de las novedades del gobierno entrante es que las políticas de género ya no tendrán Ministerio y serán absorbidas por Desarrollo Social.

-Pero va a ser el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Social y en ese Ministerio, que va a ser de Igualdad, vamos a tener una secretaría de Mujeres, Género y Diversidad, con una subsecretaría y tres direcciones. Lo más importante de todo es que hay una decisión política de construir políticas públicas transversales, que creo que es lo que nos va a dar fuerza y que es lo que más importa.

-¿Cómo se sostendrán esas políticas públicas en un contexto nacional en el que las máximas autoriades niegan la violencia por motivos de género y desmantela el Ministerio de las Mujeres?

-La verdad es que espero que, así como el presidente electo ha retrocedido en algunas de las decisiones que profusamente publicitó, como por ejemplo, la dolarización, que también en esto vuelva atrás. Me parece que a esta altura de la civilización, hablar de que no existe el patriarcado, cuando tenemos las mujeres ganando un 30% menos, cuando las cifras de violencia se incrementan cada día, cuando no hay forma de parar los femicidios, decir que no existe la desigualdad me parece una aberración. Pero nosotros en la provincia tenemos una gran diferencia. Yo particularmente pertenezco partido que ha hecho de la libertad y la igualdad sus banderas irrenunciables, o sea que nosotros no vamos a recorrer ese camino.

-Usted es alfonsinista, y Raúl Alfonsín fue el creador de la primera Secretaría de la Mujer en la Argentina. 

-Las promesas de campaña del doctor Alfonsín, que no estaban en otros candidatos, las cumplió cuando llegó a la presidencia, como por ejemplo, la ley de patria potestad compartida, la Ley de Divorcio, la ley de pensión a la concubina y la creación de esa Secretaría de la Mujer. A partir de allí, lentamente, pero sostenidamente, las mujeres fuimos ganando derechos. Y lo que yo siempre digo es que hemos avanzado mucho en el campo legislativo. Temo porque las leyes son eso, nada más que una ley. La ley tiene que estar acompañada por políticas públicas y tiene que estar custodiada por todas aquellas que luchamos por la igualdad. Porque una ley se deroga con otra ley y nosotras tenemos que estar siempre alertas y movilizadas para evitar que eso suceda.

-¿Las políticas públicas contra la violencia van a ser una prioridad de tu gestión?

-Inevitablemente, porque el problema más grave que tenemos el de la violencia contra la mujer. Las medidas que se han tomado han sido al menos insuficiente y es un reclamo permanente. No es un reclamo de mujeres o de feministas, por cuanto esas mujeres o esas diversidades que son atacadas constituyen más del 50% de la población. Es un problema de la sociedad.

-¿Se va a continuar con el trabajo sobre las masculinidades?

-El trabajo con masculinidades, así como la ley Micaela y todas las capacitaciones, no debe ser abandonado, porque nosotros siempre enfocamos en las víctimas y pocas veces en los agresores. Entonces, me parece importante que se hable sobre nuevas masculinidades.

-Santa Fe es una provincia pionera en la producción pública de misoprostol, que provee a todo el país para el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, y también ahora produce mifepristona, otro medicamento declarado esencial por la OMS para acceder a ese derecho. ¿Se continuará con esta producción?

-No lo hemos hablado, pero obviamente que voy a abogar para que así sea. En su momento, cuando fui diputada provincial, presenté un proyecto para que el LIF (laboratorio público provincial) fabricaran los anticonceptivos. Y me dijeron que no, que era muy complejo, que no lo podía hacer el laboratorio de la provincia porque eran hormonas. Unos argumentos poco válidos. Pero después se empezó a producir en la provincia y yo creo que esto no va a variar.

-¿Trabajará en contacto con las organizaciones feministas, de mujeres y diversidades?

-Mi idea es hacer una convocatoria, no te digo inmediata, pero por lo menos cuando me acomode en la Secretaría, hacer una convocatoria a las organizaciones. Mi idea es convocarlas para escucharlas y para ver qué podemos hacer en conjunto, sobre todo escuchar los reclamos y escuchar también las sugerencias. Las que están en la temática, las que conocen, tienen mucho para aportar.