Los mandatarios de países del Mercosur deliberarán este miércoles y el jueves en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, con las tensiones en torno al Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea como telón de fondo. Mientras distintos sectores se pronunciaron contra el acuerdo, y el futuro gobierno de LLA se expresó a favor, el presidente Alberto Fernández -que encabezará por última vez la delegación argentina- ya confirmó que rechazará la firma del tratado.

El gobierno nacional reiterará así su posición en contra de las exigencias medioambientales europeas. Si bien la Argentina fue uno de los países que más señalamientos hizo a la "side letter" ambiental que impulsó Bruselas, tanto Brasil como Paraguay apuntan a la intransigencia europea como factor fundamental del fracaso. El canciller Santiago Cafiero sostuvo que el acuerdo entre el Mercosur y la UE -iniciado durante las presidencias de Mauricio Macri y Jair Bolsonaro- "no era balanceado" ya que provocaba un impacto "negativo para la industria y en las exportaciones agropecuarias".

Al rechazo se sumó en las últimas horas el consejo directivo de la CGT, que colideran Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano. "La central obrera rechaza ese acuerdo y alerta sobre las consecuencias que su firma provocaría sobre los trabajadores argentinos", expresaron, y sostuvieron que el pacto "se enmarca en lo que se conoce como tratados de libre comercio, lo que de manera definitiva atenta contra millones de puestos de trabajo en variadas actividades alcanzadas por regulaciones que protegen el empleo". La CGT instó al gobierno nacional a "no firmar ese acuerdo, que sin duda alguna perjudicaría los intereses de la Argentina". En el mismo sentido se pronunció la Confederación de Sindicatos de la Industria (Csira), que agrupa a decenas de gremios y conduce el dirigente Ricardo Pignanelli.

El lobby a favor del tratado continuó, en tanto, desde Alemania. El canciller alemán Olaf Scholz instó a todas las partes a encontrar la forma de cerrar el acuerdo comercial. "Pido a todo el mundo implicado ser tan pragmático y tan dispuesto como sea posible para alcanzar un compromiso y que, así, podamos terminar esto", declaró en Berlín junto al presidente brasileño, Lula da Silva.

Allí, Lula dijo que no renunciará al acuerdo comercial y pidió a la UE que decida si realmente está interesada en sellarlo y se comprometió a hacer "esfuerzos adicionales" para evitar que fracasen las negociaciones. Y remarcó que Brasil y Alemania sí impulsan el acuerdo de libre comercio y que la decisión no es tomada por países en soledad sino por la Comisión Europea (el poder Ejecutivo de la UE).

El presidente francés Emmanuel Macron había sido taxativo horas antes: "Estoy en contra del acuerdo Mercosur-UE, porque creo que es completamente contradictorio con lo que él (Lula) está haciendo en Brasil y lo que estamos haciendo nosotros", subrayó. Lula dijo respetar "la posición de Macron", pero le pidió a Scholz hablar con el mandatario francés y con Javier Milei, para intentar destrabar las negociaciones.