Divididos anunció sus primeros cuatro shows del 2024 en el estadio Obras Argentinas de Buenos Aires, para el 19 y 20 de enero, y el 23 y 24 de febrero. La "aplanadora del rock" puso a la venta las entradas de sus conciertos este jueves a través de Coolco.io, con precios que van desde los 20.000 a los 25.000 pesos (sin contar con el costo por servicio).

Para adquirir los tickets, hay que registrarse en el sitio web con los datos personales y un correo electrónico. Al ingresar, se podrá elegir sector campo general o plateas. Luego de seleccionar las ubicaciones y la cantidad de tickets, se debe abonar con tarjeta de crédito o débito.

La banda que integran Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella celebró a lo largo de este 2023 sus 35 años de historia con una gira nacional que tuvo una parada en el estadio porteño de Vélez Sarsfield junto a invitados de categoría como Chizzo Nápoli y Gustavo Santaolalla.

Ante 45 mil personas, el grupo festejó los casi 30 años del concierto que realizaron en esa misma cancha en el marco de la presentación del emblemático disco La Era de la Boludez.

Asimismo, un mes antes, en el marco del aniversario, estrenaron un videoclip después de 20 años: se trató de "San Saltarín", un adelanto de lo que será su próximo disco, el primero en 13 años con canciones nuevas.

En la propia letra de la canción parecen encarnar algo de este sentimiento: “Se encienden viejas chimeneas/ vamos lavando las remeras”.

El videoclip es protagonizado por Esteban Bigliardi y Pilar Gamboa. Tanto el video como la canción apelan todo el tiempo a juegos de palabras y referencias a la cultura popular.

De hecho, la producción estuvo dirigida por Nahuel Lerena, un viejo conocido de la banda, recordado por los fanáticos por ser quien estuvo detrás del trabajo de “Cajita musical”, uno de los grandes videoclips de la banda.

El video viaja a través del sueño de un proyeccionista de cine que termina convirtiéndose en un gigante saltarín gozando de una tocada de la banda al mejor estilo Beatles, en una terraza del centro porteño.

La canción, en tanto, tal como tiene acostumbrado la banda, es un rock potente cubierto de riffs, con fuerte presencia del bajo. Sin embargo, hacia el final hay una sorpresa, ya que irrumpe el sonido de una melodía conjunta de flauta y gaita.

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