A poco de andar, al flamante Gobierno ya le empiezan a brotar las internas. Este lunes, luego de la primera reunión de gabinete de la era libertaria, Victoria Villarruel puso en duda que el formoseño Francisco Paoltroni asuma como presidente provisional del Senado, cargo para el que había sido designado por el propio Javier Milei. Relegada del control de Defensa y Seguridad, dos carteras que reclamaba para sí, la vicepresidenta no parece dispuesta a que también le copen las decisiones en su pago chico, aún si eso implica tensar la relación con el Presidente de la Nación. La definición podría llegar este miércoles, fecha en la que podría sesionar la Cámara Alta para definir sus nuevas autoridades.

Villarruel no dejó pasar 24 horas desde la jura del Presidente para mostrar que tiene juego político propio. “Sí, por supuesto”, contestó ante la consulta de la prensa sobre el posible veto a Paoltroni como presidente provisional del Senado, que además es el segundo en la línea sucesoria, algo que el sistema político en su conjunto mira de reojo. Fue a la salida de la primera reunión del nuevo gabinete, donde el tema estuvo sobre la mesa. El asunto, también, forma parte de las conversaciones que la vicepresidenta mantiene con el interbloque del peronismo, que con 33 bancas es la primera minoría cómoda de la Cámara Alta y presiona por un reparto de poder en las comisiones que refleje la actual correlación de fuerzas.

El peronismo estuvo dispuesto desde el inicio de la transición a que la presidencia provisional quedase en manos de La Libertad Avanza, tal como había pedido Cristina Kirchner. El candidato de Villarruel para el puesto siempre fue el puntano Bartolomé Abdala, a quien también intentó ubicar infructuosamente como presidente del bloque oficialista. La decisión de Milei de nominar a Paoltroni tensó aún más la cuerda con su vice, a la que también relegó de Defensa y Seguridad tras su acuerdo con Patricia Bullrich. Pero en el camino de imponer sus condiciones, Villarruel encontró un eco inesperado en José Mayans, el titular del interbloque del Frente de Todos. Mayans, igual que Paoltroni, representa a la provincia de Formosa, que gobierna Gildo Insfrán. Paoltroni fue uno de los candidatos opositores en las elecciones de esa provincia, en las que salió tercero. Mayans, como es previsible, también jugó para intentar bajarlo. 

Paoltroni denunció este sábado, en la previa de la ceremonia de traspaso de mando, que Villarruel --a través del diputado Guillermo Montenegro-- y Mayans acordaron en una reunión reciente el veto a su postulación. "Todavía no se definió la presidencia provisional del Senado a pesar de que me habían confirmado. Si a mí me bajan será un síntoma de debilidad política, producto de una operación entre Guillermo Montenegro y José Mayans", expuso. Cerca de Mayans responden con ironía: "Las reuniones (con Villarruel y el resto de LLLA) son permanentes, todas las semanas, todos los días", dicen, y aseguran que la Cámara alta "no podría funcionar" sin acuerdo del PJ. 

Así las cosas, es probable que las autoridades del Senado se definan en una sesión convocada a priori para este miércoles. La idea es que el reparto de poder quede resuelto antes de que Milei envíe el paquete de leyes con que pretende poner en funcionamiento su reforma del Estado y el plan económico de ajuste que ya anunció, aunque aún se desconoce la letra chica de los proyectos. A propósito, Villarruel admitió que el trabajo parlamentario para darle curso a las reformas viene con retraso. "Todavía no hemos conversado los detalles”, reconoció este lunes. 

El reparto de poder

En el peronismo confían en que las designaciones de los presidentes de las comisiones y de la presidencia provisional se cierren antes de la probable sesión del miércoles, y estiman que "todo puede estar resuelto este martes a la noche", cuando Villarruel convoque para una reunión a los titulares de bloque. Según confiaron a Página/12, la ida es ceder en las comisiones más caras a la gobernabilidad del oficialismo, como Seguridad y Asuntos Constitucionales, entre otras. Pero es seguro que reclamarán su peso propio en la Cámara Alta para presidir varias que consideran un derecho ganado en las últimas elecciones generales, en las que Unión por la Patria se impuso en casi todo el país sobre La Libertad Avanza. Producto del 30 por ciento que Milei sacó en octubre, el oficialismo solo cuenta con siete bancas. "Sin nosotros no van a poder dictaminar nada", dicen desde el Frente de Todos. 

A propósito, Mayans sostuvo este lunes que ante esa debilidad, el oficialismo “no pueden tomar por la fuerza la conducción del Congreso”. Respecto del Senado, aclaró que "si logran la mayoría pasando por arriba a la primera minoría y después hacen lo mismo en las comisiones, bueno, veremos cuál es el resultado de todo eso. En marzo hablamos”, remató.