En menos de días las políticas agropecuarias del gobierno de Javier Milei no solo cambiaron el rango del ministerio a secretaría y el nombre de Agricultura a "Bioeconomía" sino que tuvieron que dar idas y vueltas con anuncios sobre el tema central que embandera a "el campo" desde 2008: las retenciones. Quien tuvo que dar las respuestas en las últimas hora no fue el ministro de Economía, Luis Caputo; sino el aún poco conocido secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella. 

Caputo anunció el miércoles pasado que subirían al 15 por ciento las retenciones "no agropecuarias", luego se confirmó que sí subirían las retenciones a cultivos y economías regionales y, finalmente, el lunes dieron marcha atrás para algunos sectores luego de las quejas de la Mesa de Enlace y gobernadores. 

"Vamos a comunicar una diferencia en el proyecto que se va a elevar al Congreso", emparchó Vilella los idas y vueltas de su jefe, el ministro de Economía Caputo y acomodó el inicio de la relación del gobierno de ultraderecha con las entidades agropecuarias, que el viernes fueron corriendo a protestar por haber esperado el fin de las retenciones y encontrarse con un aumento para las economías regionales que el ex ministro de Economía, Sergio Massa, había dejado en cero. 

Vilella anunció que 18 productos regionales volverían a cero y, a cambio, se aumentó de 31% a 33% las retenciones sobre los subproductos de la soja --harina y aceite-- lo que le valió otra queja del Complejo Cerealero-Oleginosa, un núcleo concentrado de empresas muy beneficiadas por la devaluación del 119% del peso. 

¿Quién es Vilella? El hombre bajito y canoso que respondió por la primera marcha atrás del gobierno de Javier Milei.  De 68 años, y durante 48 años profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), Vilella se sumó a las "fuerzas del cielo" tras la sorpresiva victoria de Milei en las PASO. La apuesta del decano de la FAUBA entre 1998 y 2006 fue la de presentarse como un experto en "bieconomía" --nombre con el que bautiza su gestión--, una palabra en auge para el agronegocio, ya que permite asociar la biotecnología con la "sustentabilidad", patentes e innovaciones con "cuidado del planeta". 

Vilella llega a la gestión pública nacional --ya había sido subsecretario de Asuntos Agrarios en Buenos Aires durante la gestión del ex gobernador y actual embajador en Brasil, Daniel Scioli--  tras ser director del Programa de Agronegocios y Alimentos, y profesor a cargo de la Cátedra de Agronegocios en la FAUBA, donde también creó la licenciatura de Ciencia Ambientales, entre otros cargos académicos. Esa formación vinculada al agronegocio se reflejó rápidamente en su equipo asesor.

Tras la primera vuelta electoral, con Milei encaminado al balotaje, el ex decano sumó a Pedro Vigneau --quien fue nombrado como asesor especial y virtual jefe de Gabinete--, ex presidente de Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) y de la organización Maizar, dos influyentes organizaciones del modelo agropecuario dominante.  Vilella, Vigneau y Germán Paats --integrante de la Fundación Barbechando, grupo de lobby en el Congreso que se opuso a la Ley de Humedales-- fueron los encargados de hablar con "el campo" cuando Milei prometía cortar relación con Brasil y China --los principales compradores de la materia prima argentina-- y luego del balotaje encabezaron la transición

La relación con el mundo del agronegocio --por fuera de la conocida Mesa de Enlace-- de Vilella excede lo académico. El secretario es miembro del Instituto de Ética y Calidad en el Agro (ETICAGRO), de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno y preside la Fundación Alimentos Argentinos. Recorrido que le valió, a cinco días de su asunción, un reconocimiento por parte del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, una organización regional que impulsa la incorporación de Agtech y el modelo agroquímico. 

En la previa de jurar como secretario, el 5 de diciembre, Vilella tuvo otro fuerte espldarazo del sector del agronegocio en una reunión convocado por empresas del sector. Presentado por Héctor Huergo, histórico editor de Clarín Rural y ex funcionario de Domingo Cavallo en el INTA, Vilella presentó a su futuro gabinete en una Casona de San Telmo, con valor histórico por ser parte de una histórica familia de la oligarquía ganadera. 

Entre los integrantes de su equipo que fueron confirmados días después están otro ex integrantes de Aapresid, de CREA --otra influyente asociación de empresarios del sector, que nutrió las filas del gobierno macrista--, y el ex CEO de Monsanto y ministro de Agroindustria del gobierno de María Eugenia Vidal, Leonardo Sarquís, quien ocupa el cargo de coordinación del Consejo Federal Agropecuario (CFA). 

En una semana de gobierno de ultraderecha, con el precio de los alimentos por los nubes, Vilella ratificó la idea expresada por Milei y su canciller Diana Mondino al sostener que los precios internos de la carne van a bajar porque el "poder adquisitivo va a hacer que se deprima la demanda y esa depresión afectará los precios". Para eso restará ver ver si la industria no eligirá enviar la producción al exterior con la eliminación de la política de cuotas de exportación. 

En esa confrontación de dos modelos de producción de alimentos, para las mesas de los argentinos o como commidites para la exportación, el secretario también sostuvo esta mañana que el eje de su política será duplicar las exportaciones y generar una "marca país" para "ingresar a los mercados más sofisticados del mundo".