"No hay que enfrentar argentinos con argentinos". Con estas palabras, Néstor Kirchner dio su receta, en 2003, sobre cómo manejar la protesta social. Y propuso cumplir con los artículos 14 y 14 bis de la Constitución, "el derecho al trabajo, el derecho a un ingreso digno".

Sucedió en el almuerzo de Mirtha Legrand al que concurrió junto con Cristina Fernández cuando fue electo presidente en mayo de 2003. "La Constitución hay que leerla completa, siempre digo yo", sostuvo. Ese pasaje fue subido a las redes por la propia CFK.

Y añadió: "Porque hay algunos que dicen que hay que cumplir con la Constitución y se acuerdan cuando pasan este tipo de cosas, pero no se acuerdan que hay otros artículos de la Constitución que son leyes básicas, que es garantizar esos derechos a la gente, que hoy lamentablemente no están".

La conflictividad social estaba en ebullición en los meses posteriores a diciembre de 2001. Su pico más alto había sido la masacre de Puente Pueyrredón, el 26 de junio de 2002, cuando fueron asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.

Un año más tarde, un presidente electo tomó nota. Pasadas dos décadas, el Estado vuelve a jugar con fuego por obra y gracia del protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich.