En épocas donde la ultraderecha está en la Casa Rosada, la empresa Ledesma parece recuperar cierto espíritu de su difunto dueño Carlos Blaquier --emblema de los empresarios cómplices de la última dictadura-- y ordenó eliminar, con argumentos administrativos, una práctica cultural milenaria en las provincias del norte argentino: el coqueo. "Ser una planta libre de coqueo es responsabilidad de todos", dice la disposición de la empresa, que alcanzará a los operarios de todos sus plantes y distribuidores, con amenazas de requisas. 

El argumento administrativo de la empresa es "el cumplimiento con lo estipulado en las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM)", para cumplir con reglamentaciones y certificaciones, que en sus 115 años de existencia no le impidieron ser una de las empresas alimenticias más grandes del país. La disposición comunicada por la empresa es la prohibir el "consumo y tenencia" de la hoja de coca entre los trabajadores de las distintas áreas de la agroindustria.

La disposición, según comunicó Ledesma, también implicará "requisas" a los empleados, y alcanzará a los sectores como la fábrica de azúcar y alcohol; cosecha y transporte; talleres de campo, energía, biomasa. Además, también se extederá el control a terceros ajenos como contratistas, proveedores y visitas, "que transiten de forma eventual o permanente por las instalaciones".

La empresa aseguró que "toda persona que esté consumiendo o posea entre sus pertenencias hojas de coca, deberá descartarlas obligatoriamente para evitar incumplir lo aquí establecido". Asimismo, afirmaron que "el incumplimiento de la presente norma será considerada falta grave y será pasible de sanciones".