Con dos goles de Julián Álvarez, uno para abrir el marcador y otro para cerrarlo, el Manchester City goleó 4-0 al Fluminense para coronarse campeón del Mundial de Clubes que se disputó en Arabia Saudita. El conjunto de Josep Guardiola mantuvo así la hegemonía de los equipos europeos, que ganaron las últimas diez ediciones. Desde Corinthians en 2012, cuando superó a Chelsea, que ningún conjunto sudamericana consigue coronarse en el certamen. Además de los dos goles del delantero de la Selección Argentina -elegido el mejor jugador del partido-, Nino en contra y Phil Foden anotaron para el club inglés.

Apenas 39 le bastaron a Julián Álvarez para hacerse presente en el marcador y encarrilar el partido para el City. Todo nació en un lateral para el Fluminense en zona defensiva. Marcelo lo sacó, recibió de inmediato y buscó un despeje largo que encontró a Nathan Ake con tiempo y espacio para avanzar. El neerlandés corrió 20 metros con el balón y sacó un remate que pegó en el palo. Sin perder ni una décima, Julián capturó el rebote y, con el pecho, puso el 1-0. El gol, el más rápido de la historia del Mundial de Clubes, hizo recordar a uno que anotó Lionel Messi ante Estudiantes en el certamen de 2009.

El gol cambió todas las estrategias que se podían suponer, porque Fluminense se adueñó de la pelota y parecía tener el control del partido. Sin embargo, el City supo mantenerse alerta para no pasar sobresaltos y esperar el momento para volver a lastimar. Y así lo hizo con un balón en profundidad para Foden que definió cruzado y encontró en el camino el cierre de Nino. Por el toque del brasileño, la pelota hizo una parábola extraña y se metió por encima del arquero Fabio.

Ahi se terminó la competencia real del partido. Es que el equipo de Guardiola ya controló el desarrollo a voluntad y empezó a generar ocasiones para aumentar, ante un Fluminense impotente que no encontraba la manera de inquietar a Ederson. Hasta que cuando promediaba el segundo tiempo, Álvarez asistió a Foden, que resolvió ante Fabio para sentenciar el duelo.

Sobre el final, cuando ya no quedaban dudas sobre el ganador, Julián se encargó de asegurarse el premio al mejor jugador del partido con un golazo: recibió desde la derecha, amagó ante un defensor y cruzó el remate para lograr su doblete y sellar la goleada. Así, con el título, Álvarez se convirtió en el tercer jugador de la historia y el primer argentino, en ganar las tres coronas más importantes a nivel clubes (Copa Libertadores, Champions League y Mundial de Clubes) y las dos selecciones (Copa América y Mundial).

Para los organizadores, en tanto, los tres mejores jugadores del certamen fueron Rodri (Manchester City, Balón de Oro), Kyle Walker (Manchester City, Balón de Plata) y Jhon Arias (Fluminense, Balón de Bronce).