En tiempos oscuros para la cultura nacional, producto de la Ley Ómnibus del presidente Javier Milei que pretende borrarla de un plumazo, la provincia de Buenos Aires apuesta a reivindicar la cultura: lanzó hace unos meses BAFILMA, la plataforma audiovisual bonaerense. Al asumir Pablo Torello en la Dirección de Políticas Audiovisuales, uno de los pedidos de la Presidenta de lnstituto Cultural provincial, Florencia Saintout, fue el de escuchar al sector audiovisual de toda la provincia. De estas reuniones con directores, productores e integrantes del sector de los distintos municipios surgió, entre otros planteos, el del problema que aparecía en la distribución y exhibición de las películas bonaerenses cuando intentaban acceder a pantallas. "Así es que junto al desarrollo de un proyecto de Ley de Fomento a la Industria Audiovisual Bonaerense, empezamos a pensar en el sueño de una plataforma streaming de contenidos audiovisuales hechos por y para los bonaerenses", cuenta el director de Bafilma, Pablo Torello. 

"El proyecto de BAFILMA que meses después le presentaríamos al gobernador Axel Kicillof empezó a crecer en ese territorio de debate de una identidad bonaerense que por cercanía está siempre en disputa con la centralidad de CABA. También se juega allí como concepto la idea de soberanía cultural de la provincia, y eso como parte central de nuestra identidad como pueblo. Fue en ese contexto que el desarrollo de la plataforma se convirtió en un objetivo prioritario. Y en esa idea también animarnos a decir que existe un cine bonaerense que se interpela constantemente en su identidad", agrega el director de la plataforma.

-¿A quiénes apunta?

-Se podría decir que había un cine bonaerense que buscaba su público, y un público bonaerense que quería encontrarse con su cine… La plataforma quiere encontrar su público en las y los habitantes de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires. Es un público potencial de 17 millones de bonaerenses que irá incorporando a Bafilma que es gratuita en su menú de opciones a la hora de ver ficciones, documentales y series. En el camino logramos reunir un cine bonaerense de una calidad increíble, que además encuentra un reflejo en las identidades de nuestra provincia. Los bonaerenses llegan a la plataforma para encontrar narraciones que los representen, que los reflejen, en las cuales se sientan interpelados por relatos, geografías y fisonomías en las cuales se reconocen. Es también la primera vez que están reunidas en un solo sitio las obras de más de 150 directoras y directores de la provincia de Buenos Aires.

-¿Qué criterios se tuvieron en cuenta?

-BAFILMA es hoy un acervo de más de 600 horas de contenidos, en la diversidad de 400 títulos de películas, series y miniseries. Pero en junio de 2022 cuando iniciamos el proyecto estábamos en cero. Un primer criterio fue procurar que hubiera producciones de los 135 distritos de la provincia y también que las obras dialoguen con el concepto de identidad bonaerense en la diversidad. Una parte de ese proceso la dedicamos a la reconstrucción del acervo BACUA/TDA, que había sido “desaparecido/perdido” en la gestión de Hernán Lombardi durante el macrismo. Ese trabajo que se venía haciendo desde Contenidos S.E., nosotros los retomamos apuntando a los contenidos bonaerenses. También en base a los datos existentes en ENACOM construimos un listado de mas de 300 directoras y directores bonaerenses y a lo largo de nueve meses fuimos contactándolos e invitándolos a incluir sus obras en BAFILMA. En ese camino nos encontramos con una cantidad enorme de cine bonaerense que no conocíamos y también con cientos de realizadores jóvenes que estaban invisibilizados. Nuestro objetivo es que el cine bonaerense en toda su diversidad se exhiba, se difunda y se conozca; que todas las producciones y directores puedan encontrar su público, y que los habitantes de nuestra provincia encuentren un cine propio.

-¿Cómo se va a seguir abasteciendo la plataforma de contenidos en lo sucesivo?

-Desde su lanzamiento en septiembre de este año la plataforma tuvo una aceptación que nos sorprendió. No solo por los mas de 50.000 usuarios que sumamos en estos tres meses iniciales, sino por la demanda de inclusión de nuevos títulos que semana a semana nos va llegando de realizadores y productores de toda la provincia, que quieren incluir sus películas y contenidos en BAFILMA. No obstante eso, apuntamos a un 2024 de expansión y crecimiento de la plataforma, y en esa etapa destinar presupuesto a la compra de derechos para incorporar nuevas obras y también a instrumentar un Plan de Fomento de Producción de contenidos de las que serán las primeras películas y series originales de BAFILMA.

-¿Qué tipos de contenidos priorizan?

-Desde el inicio de la escritura del proyecto elegí poner en valor a las realizadoras y los realizadores de la provincia de Buenos Aires como constructores permanentes de la identidad audiovisual de nuestro pueblo. Si centrábamos la preferencia sobre determinados contenidos, corríamos el riesgo de unificar miradas o enfoques que pueden dejar afuera determinados temas, lenguajes o nuevas formas de narrar lo audiovisual. No obstante ello, tenemos algunos ejes que siempre están presentes en el equipo de selección de contenidos y son líneas que garantizan la pluralidad de voces, la soberanía cultural, la inclusión, la identidad de la provincia, la valorización de la democracia, justo ahora, que celebramos los 40 años de su recuperación entre tanto discurso negacionista. También es importante destacar una de las características singulares de BAFILMA que es su forma de agrupar y visibilizar las 600 horas de contenidos: Secciones como “Mujeres Directoras, “Territorio Conurbano”, “Ventana Bonaerense”, “Pueblos Originarios” y “Cine Comunitario” son algunos de los agrupamientos que no encontrarán en otras plataformas, y que proponen al usuario un recorrido distinto a la hora de elegir qué mirar.

-¿Qué importancia tienen las políticas audiovisuales estatales en tiempos en que la ultraderecha las ataca?

-Partamos de la base que sin Estado no hay nada y las pretensiones de las derechas de eliminar con una motosierra las políticas audiovisuales son en realidad un ataque a un tipo de Estado, uno democrático, inclusivo y que nos permita vivir en una comunidad organizada, que garantice la igualdad para todos y todas. Y el objetivo que tienen es instaurar otro modelo de Estado, uno para las minorías. Durante los gobiernos de Néstor y Cristina se recuperaron derechos y se desendeudó al país. La inversión en cultura fue de las mayores de la historia de la Argentina. Por el contrario cuando llegó Macri, nos endeudó por 100 años con el FMI. Eso recayó entre otras cosas en la desfinanciación de la cultura. BAFILMA reúne al bonaerense con su cine, con aquellas narraciones audiovisuales que dan cuenta de su historia, de su pasado reciente, de su identidad. En tiempos de resistencias, la soberanía audiovisual bonaerense encontrará en BAFILMA un lugar seguro. Creo que la cultura no puede estar librada a las reglas del mercado, la soberanía cultural es un territorio de disputas y en los años por venir toca defender lo construido en la provincia.