El brasileño Mário Lobo Zagallo, único tetracampeón mundial de fútbol, falleció en la noche del viernes a los 92 años debido a una insuficiencia orgánica múltiple, según informó el hospital Barra D'Or de Río de Janeiro, donde fue tratado por una serie de problemas de salud en los últimos meses.

El "Viejo Lobo", como se lo apodaba, fue una máquina de hacer historia en el fútbol brasileño y mundial. No por nada es el único en ser parte de cuatro títulos mundiales: sumó dos como jugador (Suecia 1958 y Chile '62), uno como entrenador (al frente del extraordinario equipo de México '70) y otro como asistente técnico (en Estados Unidos '94).

"Mario Jorge Lobo Zagallo fue uno de los más grandes jugadores y entrenadores de fútbol de todos los tiempos, un gran ganador y símbolo de amor por la selección brasileña y por Brasil", destacó Lula da Silva en una publicación en la red social X.

El presidente de Brasil decretó tres días de luto nacional en honor a Zagallo, cuyos restos fueron velados durante la jornada de ayer en la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en Río de Janeiro y hoy serán enterrados en el cementerio de Sao Joao Batista, en el barrio de Botafogo.

"Valiente, dedicado, apasionado y supersticioso, Zagallo fue un ejemplo de brasileño que nunca se rindió. Es esta lección y espíritu de cariño, amor, entrega y superación la que deja para todo nuestro país y para el fútbol mundial", cerró Lula su comentario.

Como futbolista, Zagallo se desempeñó por la banda izquierda, sobre todo de extremo. Jugó en Flamengo y Botafogo pero su salto a la fama fue con su Selección. Fue uno de los cuatro de ataque del Brasil campeón del '58 junto a nenes como Garrincha, Vavá y Pelé; cuarteto que se repitió casi idéntico en la consagración del '62, a excepción de O Rei -lesionado al principio del certamen y reemplazado por Amarildo. Zagallo jugó todos los partidos (y todos los minutos) en ambas Copas, totalizando 12 partidos, dos goles y cinco asistencias a nivel mundial. Uno de sus gritos fue en la final del '58, contra Suecia.

Contra la Argentina jugó sólo un partido: el choque de vuelta de la Copa Roca de 1963, que terminó con triunfo brasileño por 5 a 2. Pelé se lució aquella vez con tres goles y dos asistencias, mientras que Amarildo metió el doblete restante. Por la Selección, que había ganado la ida 3 a 2, anotaron Enrique "Nene" Fernández (Rosario Central) y Mario Rodríguez Varela (Independiente).

Una vez retirado, el Viejo Lobo dirigió a Brasil en los Mundiales de 1970 y 1974. En el primero, al frente del, para muchos muchos, mejor seleccionado de la historia, ganó todos los partidos y venció a Italia en la final. En el '74, el cuarto puesto precipitó su salida.

Tras un periplo por el fútbol de su país y el asiático, volvió a la Verdeamarela pero como asistente de Carlos Alberto Parreira, para festejar en EEUU '94. Luego tomó nuevamente los hilos y acarició otra consagración en Francia '98, donde Brasil fue subcampeón tras perder la final contra los locales. Su marca como DT de los suyos es notable: 89 triunfos, 24 empates y 11 derrotas.

El repuesto presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, decretó luto oficial de siete días en la institución. "La CBF y el fútbol brasileño lamentan la muerte de una de sus mayores leyendas, Mário Zagallo. La CBF presta solidaridad a sus familiares y fans en este momento de pesar por la partida de un ídolo de nuestro fútbol", afirmó.

La Confederación Sudamericana de Fútbol también lamentó el fallecimiento de la "leyenda del fútbol y único tetracampeón", en una publicación compartida en X.

Los únicos otros dos en ganar el Mundial como futbolista y técnico han sido el alemán Franz Beckenbauer (1974 y 1990) y el francés Didier Deschamps (1998 y 2018).