Las intensas lluvias registradas desde el domingo impactan en el norte de la provincia. En Reconquista la situación es crítica: durante las primeras horas del miércoles cayeron cerca de 300 milímetros y hay unas 40 mil personas a las que les ingresó agua en sus viviendas. La situación obligó a cambiar la agenda del gobierno provincial, que tenía previsto realizar una reunión de gabinete este miércoles y decidió suspenderla para conformar un comité de emergencia con el fin de atender las consecuencias del temporal. En ese marco, el gobernador Maximiliano Pullaro confirmó la llegada de personal del Ejército al lugar, la movilización de los equipos de Salud y Desarrollo Humano, y la puesta en marcha de tres bombas de extracción de agua. “Están todas las herramientas del gobierno provincial puestas a disposición en esta emergencia”, aseguró el mandatario provincial.

En Reconquista no deja de llover. En solo tres días cayeron más de 500 milímetros, que es el equivalente de todo lo registrado en los últimos cuatro años en esa zona, según un informe del INTA Reconquista. La situación se volvió crítica este miércoles por la madrugada y, según informaron las autoridades, el agua ingresó en unas 40 mil viviendas de la localidad del norte santafesino. Hasta allí llegó parte del Ejecutivo provincial con intención de realizar la segunda reunión del año del gabinete en el interior santafesino, pero por la situación hídrica los funcionarios decidieron organizar un comité de emergencia.

En una conferencia desde la sede de Bomberos Voluntarios de Reconquista, junto al secretario de Protección Civil de la Provincia, Marcos Escajadillo, y el intendente local, Enrique Vallejos; Pullaro brindó los detalles del estado de situación en el norte de la provincia. “Hay alrededor de 40 mil personas que les ha ingresado agua a su domicilio. En algunos casos, que lo pudimos ver con nuestros propios ojos, alrededor de 60 u 80 centímetros y hasta un metro de agua”, señaló. “Tenemos cuatro lugares de evacuados y con las posibilidades de tener uno más si es necesario”, añadió.

El gobernador también aseguró que cada uno de los ministerios “activó sus protocolos de trabajo” e informó que la puesta en marcha de tres bombas de extracción de agua para colaborar con el escurrimiento en distintas zonas de la ciudad. “Está llegando ayuda del Ministerio de Desarrollo Humano, que ya está en camino y también más equipos de Protección Civil. Estamos por supuesto al lado del intendente y de los bomberos”, expresó y agregó: “También está viniendo el Ejército, en unas horas llega a la localidad de Vera que ya ha tenido una situación previa a la intensa lluvia que estamos viviendo en este momento”.

Ante el escenario crítico en la región, Pullaro dispuso dos etapas de trabajo. La primera, abocada a la asistencia de las familias afectadas. Y una vez que baje el agua se comenzará con las tareas de reconstrucción de las zonas dañadas por el temporal. “Vamos a colaborar con las personas que realmente lo están pasando muy mal. Pude ver con mis propios ojos a padres angustiados pidiéndonos que llevemos a sus nenes a domicilios de familiares, por la cantidad de agua que tenían”, sostuvo. “Están todas las herramientas del gobierno provincial puestas a disposición en esta emergencia”, remarcó.

A su turno, Escajadillo aseguró que Protección Civil está a disposición de los requerimientos de las localidades afectadas por la inundación. Entre ellas, la localidad de Vera, donde el día martes se movilizó un plantel de bomberos zapadores para acercar alimentos, agua, y distintos materiales para dar respuesta a la emergencia. “Estamos viendo la accesibilidad para poder llegar a los distintos lugares. Tenemos la información al instante de lo que está pasando en cada localidad”, sostuvo y añadió: “La finalidad es llevar tranquilidad en un marco de emergencia”.

En tanto, el intendente de Reconquista, Enrique Vallejos agradeció la presencia del gobierno provincial y recordó que es el tercer episodio de lluvias fuertes que atraviesa la región en pocos días. “Hace una semana tuvimos una tormenta donde se cayeron 82 árboles en nuestra ciudad. No terminamos de reponernos de esa última tormenta, que ya nos pasa esto. Estamos atravesando una realidad muy crítica”, evaluó.

En ese sentido, el mandatario local reconoció que no esperaban un fenómeno “tan violento” y brindó detalles de la catástrofe que se vive en la localidad del norte santafesino: “Estamos hablando de casi 300 milímetros desde las cinco de la mañana hasta el mediodía, en solo siete horas, es algo nunca vivido. Tenemos vecinos que tienen hasta un metro de agua en las viviendas”.

 

Por último, Vallejos señaló que incluso en muchos de los barrios donde se hicieron obras de desagüe no soportaron la intensa caída de agua que se registra desde hace varios días. No obstante, se mostró optimista con que el agua ceda pronto y se puedan comenzar las tareas de reconstrucción. “Si deja de llover, nosotros pensamos que la capacidad de drenaje puede empezar a bajar el nivel del agua y recuperar varios de los sectores que están inundados totalmente”, finalizó.