En el salón Felipe Vallese de la CGT no entraba ni un alfiler. Más de 300 delegados de las regionales provinciales de la central obrera apoyaron "de forma contundente y unánime" el paro y la movilización prevista para el próximo 24 de enero en el marco del plan de lucha contra el DNU y la ley ómnibus que impulsa el gobierno de Javier Milei. Las más de 70 regionales presentes se comprometieron a realizar en sus ciudades movilizaciones similares a la que se realizará frente al Congreso de la Nación, porque la intención es que el gobierno nacional "sienta al pueblo unido en todo el país".

El plenario tuvo características únicas con respecto a los que se realizaron en años anteriores y es porque en esta oportunidad casi el 100 por ciento de las regionales de la CGT se encuentran normalizadas con sus conducciones reconocidas y avaladas tanto por el consejo directivo como por los ministerios de Trabajo provinciales. Una tarea que llevó adelante la Secretaría de Interior que lidera el metalúrgico Abel Furlán.

Desde temprano comenzó la llegada de las delegaciones que fueron ocupando sus lugares en el salón Vallese. Sobre el mediodía y con el pleno del consejo directivo presente, se abrió el debate. La intención de la conducción cegetista, representada por el triunvirato que integran Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña, no era solo traer a sus pares provinciales sino hacerlos partícipes y protagonista de este plan de lucha.

Los referentes provinciales fueron dando cuenta de la situación política, económica y social de la zonas de influencias, en la mayoría de las provincias hay más de una regional de la CGT fruto de las particularidades del trabajo que exista en esos distritos.

Uno a uno fueron relatando y coincidiendo en el diagnóstico de la realidad de cada una de las regiones donde "la crisis y la consecuencia brutal de pérdida de poder adquisitivo y de fuentes de trabajo actuales y futuras" es el denominador común que, además, advierte un futuro sombrío de no cambiar la política económica que busca impulsar el gobierno de Milei.

"Existe marcada preocupación por la realidad y un rotundo rechazo a aspectos de la llamada ley ómnibus porque atentan contra la soberanía nacional, los derechos laborales, de libre expresión y protesta, el modelo sindical argentino y las prestaciones de salud y previsionales", remarcaron los delegados y repudiaron "la criminalización de la protesta social como método represivo de un plan de ajuste económico del Gobierno".

En ese sentido, el plenario considerado por la conducción cegestista como "un éxito rotundo", acordó realizar "expresiones de protesta en cada regional, en línea con la fecha propuesta por la CGT para el paro y marcha del 24". Hasta ese día, las regionales se comprometieron a reunirse con los legisladores de cada provincia para que "acompañen con el voto el discurso comprometido en cada lugar de procedencia".

Es más, señalaron que "el diálogo y el consenso es una herramienta de la política pero cualquiera de esas instancias no puede hacerse a espaldas del pueblo trabajador. Y mucho menos pueden hacerlo aquellos representantes que provienen del campo nacional y popular", coincidieron los dirigentes gremiales.

Una vez finalizado el encuentro, Daer convocó a mantener "la unidad" para adoptar "las decisiones necesarias a fin de continuar defendiendo a los trabajadores" y advirtió que el capítulo 4º del DNU "destruye derechos individuales y colectivos y la capacidad de acción sindical, por lo que todas las acciones gremiales, judiciales y políticas de la CGT tienen el único objetivo de frenarlo".

Luego Daer recurrió a su cuenta de X (ex Twitter) para afirmar que "la Patria no se vende". Luego indicó que "con la palabra libertad quieren hacer desaparecer el Estado y el patrimonio de los argentinos para que solo un sector de la sociedad viva en un país primarizado". Más tarde afirmó que "el 24 se sentirá al pueblo unido en todo el país y se obtendrá el éxito en el Congreso".

En el mismo sentido se refirió Pablo Moyano. El camionero, en declaraciones radiales, afirmó que hay unidad dentro de la CGT porque existe una principal coincidencia y es la "voltear el DNU, voltear la ley ómnibus y movilizar el 24 y estar presente en cada conflicto que se va a ir generando”. En ese sentido, el dirigente camionero afirmó que "las medidas que hoy se discuten apuntan al corazón de los trabajadores, al salario, a sacarles la indemnización”.

Por último el titular de UPCN, Andrés Rodríguez, advirtió que el gobierno nacional nunca dio señales o señales de diálogo: "No hubo hasta ahora ningún indicio de que el Gobierno procure una mesa de diálogo antes del 24 de enero y, en lo personal, no creo que ello vaya a ocurrir", afirmó.

Mientras la CGT prepara la marcha del 24, que coordina con las dos CTA y las diferentes organizaciones sociales que ya comprometieron su participación, continúa llevando adelante reuniones con los diferentes bloques parlamentarios de la oposición para conseguir el compromiso de rechazar tanto el DNU como la ley ómnibus.