Canciones con fundamento. Un manifiesto. Gente que le pone voz y cuerpo a un destinatario preciso y explícito: el neoliberalismo. Canciones con fundamento, entonces, que, entreveradas e intrépidas, hablan de negros que pelearon sin ojos en la guerra del Paraguay; de desaparecidos, cartoneros, desocupados y gatillo fácil; de presos políticos; de Milagro Sala; de dolores y dólares… de una niebla que niega la verdad y de hombres que duermen en las calles. Un manifiesto –entonces– que le da coherencia sintáctica al lance semántico. Gente como los Acorazado Potemkin, el Cuarteto Cedrón, Juan Falú, Jorge Marziali, la Fernández Fierro, Teresa Parodi y 34 Puñaladas -entre más- que le pone voz y cuerpo a un disco imprescindible en los tiempos que corren: Epocas-Expresión colectiva por un NO al neoliberalismo. “Esta compilación de canciones, que como toda compilación es arbitraria y en absoluto exhaustiva, tiene músicas y letras que son colores de nuestra tierra”, reza una parte del manifiesto que da coherencia al colectivo. Que da pasión y razón a un trabajo que compila, en formato virtual de libre circulación, rechazos artísticos a los embates del neoliberalismo en la región. 

 “Este trabajo no tiene ninguna finalidad de lucro ni se enmarca en ninguna estructura partidaria política, sino que se propone, en tanto producción de hacedores de la cultura popular, ser una respuesta a la actualidad de nuestros territorios. Su definición es en rechazo al neoliberalismo, por la conciencia de sí del pueblo americano, su dignidad y su libertad, y por nuestra soberanía cultural”, se expresan los integrantes de la agrupación La Lija –además de otros actores– en su carácter de ideólogos y coordinadores de este proyecto musical y popular cuya tapa corresponde a otro artista que puso creatividad y cuerpo a la iniciativa: Luis Felipe Noé, y cuyos veintisiete temas ya están disponibles en bandcamp y youtube. “Las bandas, compañías, poetas, artistas plásticos, diseñadores, técnicos de grabación y músicos que firmamos éste manifiesto, seguramente en nombre de muchos más, suscribimos estas creaciones a la suma de conciencia del pueblo argentino en estos momentos de su existencia, y parte de una patria mayor que algunos llaman Patria Grande, otros Ibya Yala, y otros Nuestramérica”, se lee en el texto que da marco y concepto a esta realización de la que también forman parte Vicente Zito Lema, el charanguista Oscar Miranda, Osvaldo Bayer, Julián Polito y colectivos “anónimos” como los internos del penal Florencio Varela o el taller de músicos del hospital Borda. 

“Sea la que fuere la acepción con la que se prefiera denominar a nuestra tierra, es neoliberalismo el nombre que hoy damos a la longeva ofensiva cultural para la dominación y expoliación por parte de los países dominantes junto a sus aliados autóctonos”, se insiste en el manifiesto que encuadra bajo sus conceptos a las diversas músicas. “El neoliberalismo, cuya expresión hegemónica en Argentina es hoy Cambiemos, es la forma que toma la cultura de los intereses ajenos al pueblo americano y su principal estrategia es la de separar a los pueblos de sus realidades territoriales, económicas, políticas, sociales y culturales, oponiendo otra que genera los andamiajes para el control de nuestra subjetividad”, se determina desde las usinas creativas de Hasta Trilce, espacio donde La Lija juega de local, y se atrinchera frente al poder mediático, semiótico y cultural de las corporaciones. “Utilizando su poder constituyente de realidad, empoderando su discurso por sobre la cultura popular real, el neoliberalismo, con renovado cinismo y voracidad, avanza sobre nuestros territorios dejando tras de sí un incalculable saldo de miseria, desunión y desmantelamiento de las redes solidarias de nuestras sociedades”, dicen estos guerreros culturales, para luego oponer las herramientas neutralizadoras de tal avanzada. “El trabajo cultural es el creador y legitimador de esos cordones umbilicales con nuestra tierra, nuestro pueblo y nuestra época” 

Además de La Lija, cuya participación concreta es a través del tema “Sangre negra de los corazones”, compuesto por Alejandro Guyot –cantor de 34 Puñaladas– el disco fue ideado por otro grupo cuyo nombre llama la atención tanto como su música: El violinista del amor y los pibes que miraban. Sí, así se llama este ensamble de banjos, vientos y mandolinas, que le pone el plafón sonoro ideal a la voz de Zito Lema en el tema que abre el disco: “Epocas”. “El neoliberalismo, mediante sus discursos y políticas, atenta contra la cultura popular. Frente a esto, no habrá ni posibilidad de resistencia ni alternativas de triunfos populares mientras no se conciba que la lucha pasa hoy por la batalla de las ideas; la batalla cultural en sus muchos terrenos, y que ésta no se puede entablar sin la existencia de acuerdos entre sus actores”, se pide en el manifiesto que introduce a la obra. “La actividad cultural es una legisladora de la vida y debilita, fortalece o inventa las estructuras bajo las cuales desarrolla su vida el pueblo. Esa es la responsabilidad nuestra y no debemos desatenderla desde la palabra que abre un verso a la nota que termina una pieza musical”, se explicita, como marco ideológico de este trabajo musical cuyo heterogéneo mosaico estético no obtura la posibilidad de encontrar la unidad en la diversidad, a través de canciones rabiosas, irónicas, con esperanza, sin ella, literales, metafóricas, militantes y de todo género musical “pero todas ellas” –se explica– “provienen de artistas que representan diversos sectores del heterogéneo mundo de la creación artística y han sido suscriptas aquí, porque hay algo que todos vemos y sentimos…  este es el acuerdo fundamental y es también el concepto vertebral de esta compilación enmarcada en estas épocas y en estas tierras”, es el concepto final de un ideario de libertad que siempre está comenzando.