La Unión de Trabajadores de la Economía Popular reclamó alimentos para sus comedores y merenderos con una jornada de movilizaciones ante supermercados en todo el país. En la Ciudad de Buenos Aires, la UTEP se manifestó frente al Ministerio de Capital Humano, donde cientos de cocineras barriales, junto a dirigentes de sus movimientos, denunciaron que desde diciembre, cuando Javier Milei asumió la Presidencia, la Nación dejó de mandarles insumos. La policía tiró gas pimienta sobre los manifestantes que insistían en pedir una reunión formal.

Convocada como una "jornada nacional de ollas vacías", bajo la consigna "La única necesidad y urgencia es el hambre", la protesta fue la quinta realizada por las organizaciones de la UTEP en dos meses, aunque una vez más quedó sin respuestas. Participaron el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento Barrios de Pie, el Movimiento Libres del Sur, el Frente de Organizaciones de Lucha (FOL), el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) Aníbal Verón, el Frente Popular Darío Santillán (FPDS) y el Movimiento Popular La Dignidad.

La postura del gobierno nacional es desconocer a las organizaciones sociales -incluso sugerir que son organizaciones delictivas-, a pesar de que existen 50 mil comedores reconocidos por el Estado, inscriptos en el Renacom, que en su mayoría están gestionados por movimientos barriales. 

El posicionamiento de LLA fue ratificado por la ministra Sandra Pettovello, que salió a la vereda del ministerio, en Juncal y Carlos Pellegrini, para cruzarse con los que reclamaban: “¿Tiene hambre la gente? Yo voy a atender una por una a la gente que tiene hambre, no a los referentes”, les dijo. El video de este cruce fue luego distribuido por la prensa del ministerio. "¿Chicos, ustedes tienen hambre? Vengan, les voy a anotar el DNI, nombre, de dónde son y van a recibir ayuda individualmente", insistió la funcionaria. Ninguno de los manifestantes aceptó ingresar en forma individual y la ministra siguió con el mismo discurso: "Vamos a solucionarle los problemas a la gente, pero no nos vamos a dejar extorsionar por los gerentes de la pobreza que manipulan la voluntad de los que más necesitan".

La situación derivó en incidentes, cuando algunos manifestantes abrieron uno de los portones de ingreso al edificio ubicado en Retiro y la policía empezó a tirar gas pimienta.

Alejandro "Peluca" Gramajo, secretario general de la UTEP, denunció la represión y alertó sobre "la difícil situación que estamos viviendo en los barrios humildes y sectores populares, con una situación económica cada vez más crítica y falta de alimentos en los comedores barriales".

La jornada de protesta se replicó en distintos supermercados de Buenos Aires: hubo manifestaciones en La Plata, Quilmes, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Adrogué, La Tablada, Ciudadela, González Catán y General Rodríguez (en la sede de La Serenísima). También en el interior del país: en las provincias de Córdoba, Salta, Mendoza y Chaco. Los organizadores hicieron hincapié en que desde el Ministerio de Capital Humano se comprometieron a que "la prioridad es y será que ningún argentino pase hambre", pero advirtieron que no hay acciones en ese sentido y que sigue frenado el envío de alimentos a los comedores populares. "Vemos que sólo representa eslóganes mediáticos y vacíos, y no se avanza en respuestas concretas", marcaron.

Las organizaciones sociales advirtieron que redoblarán los reclamos ante la intransigencia del gobierno nacional. "Volveremos a manifestarnos -avisó Dina Sánchez, adjunta de la UTEP-. ¡Con el hambre no se jode!"