Marcos Peña volvió hoy sobre la “necesidad de modernización del sistema electoral” y dijo que espera que sea “la última elección sin voto electrónico”. Aseguró también que el voto con boleta de papel no se usa “en ninguna parte del mundo”. Un dato que no se condice con la realidad, ya que el sistema recomendado por el jefe de Gabinete en verdad se usa en sólo tres países en el mundo. “No es ni siquiera materia opinable, sino una flagrante mentira”, le respondió Beatriz Busaniche, Presidenta de la Fundación Vía Libre, una de las voces en contra de la implementación de cualquier sistema electrónico. “De los 20 países más desarrollados del mundo según el Indice de Desarrollo Humano, sólo uno utiliza voto electrónico, y de modo parcial, sólo en el 35 de su padrón electoral. Es Estados Unidos. Y ya hay algunos de esos estados en los que se usa que están volviendo al sistema de papel por las sospechas de manipulación que se despertaron después del triunfo de Donald Trump”. Los únicos países en los que en todo su territorio hoy se utiliza el voto electrónico son: India, Brasil y Venezuela.

Según la especialista, son varias las razones por las que el voto electrónico ha fracasado en el mundo. La que tal vez tenga mayor peso es que no es un sistema que le permita custodiar el voto a la ciudadanía “de forma aceptable”. El voto electrónico no garantiza el secreto, la integridad de la elección –“es decir que el que aparece como ganador sea el que efectivamente ganó”-, la transparencia y la auditabilidad del voto. Esto es así porque “ningún ciudadano está en condiciones de comprender cómo funciona la máquina y entonces no puede auditar el voto, seguirlo paso a paso. El ciudadano, los presidentes de mesa, los fiscales, son la máxima garantía de la transparencia del voto. Son los que pueden ver si alguien se roba boletas o una urna. Nada de esto lo asegura el sistema electrónico. Si hay una falla o alguien interviene el software, eso no lo puede ver nadie”. Otro de los puntos de mayor flaqueza de ese sistema es que “nadie asegura el secreto. En Holanda, por ejemplo, se dejó usar por este motivo”,

En Alemania, por ejemplo, el voto electrónico fue declarado ilegal en 2009 por falta de transparencia. “Y ahora es ese mismo el sistema del que dicen maravillas acá y están tratando de implementar”. Lo paradójico es que la que Cambiemos promociona como su mayor virtud, la rapidez, tampoco sería tal: “Ni siquiera asegura la velocidad. Recordemos que el 2015 con el sistema de la empresa Magic Software Argentina, el escrutinio terminó tardísimo. Es más, hubo que revisar unas quinientas máquinas, que fallaron, y hubo que volver a contar esos votos”.