Desde que "Milei desorganizó la educación argentina" hasta la "ineptitud" de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, Alberto Sileoni no se guarda ninguna crítica hacia el Gobierno Nacional a pocos días del inicio de clases en la provincia de Buenos. Un inicio que para el titular de la cartera educativa provincial reúne todas las condiciones para ser conflictivo. La sorpresiva "desfinanciación" de la educación pública pateó el tablero de las provincias quienes se unieron en un reclamo hacia el presidente Javier Milei. 

Sileoni está al frente de la Dirección General de Cultura y Educación, tal como se denomina al Ministerio de Educación en la provincia. En una extensa conversación con Buenos Aires/12, el ex ministro de Educación de la Nación asegura que nunca vio un cuadro de estas características y advierte que se está gestando un "escenario de conflictividad" por parte del Gobierno Nacional.

Sostiene que a "Milei no le interesa la educación" y lo ata a una condición que considera estructural para definir el verdadero interés en la materia: "Si no invertís es porque no te interesa".  

Tras conocerse que Axel Kicillof decidió pagar con fondos propios la totalidad de los salarios docentes porque el Gobierno Nacional no transfirió todos los recursos que le corresponden por ley, como el del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el de Conectividad, los sindicatos que representan a los maestros bonaerenses entraron en estado de alerta y movilización.

Con este marco, en la última reunión del Consejo Federal de Educación las provincias firmaron una nota dirigida al Secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell, dependiente de la cartera que comanda Pettovello, donde manifestaron su preocupación por la "incertidumbre" que genera la decisión de Milei. 

—¿Hay riesgo de que las clases no comiencen en la provincia?

—Creo que es un escenario bien distinto a los últimos años. La voluntad y la vocación del gobernador va a ser que comencemos o tratemos de comenzar las clases como siempre. Lo que también es cierto es que el Presidente está haciendo todo lo posible para que el inicio de las clases en todo el país sea conflictivo. Lo hacemos responsable de desorganizar la educación argentina, de desfinanciarla. Esto es claro y objetivo.

—¿No hay en ese discurso algo de tirar la pelota afuera?

—No. Nosotros nos hacemos cargo de la responsabilidad que tenemos. Sólo que soy objetivo. El Presidente primero atacó el bolsillo de las familias. A fines de febrero el salario de los argentinos habrá perdido más de un 50 por ciento de su poder adquisitivo desde el 10 de diciembre. Sobre eso, quiere desregular las cuotas de las escuelas privadas, sumado a que los precios de los útiles, las mochilas o los libros están por los aires. Ahora se agrega que le quita los subsidios al transporte. Repito, soy objetivo, y lo que está haciendo es construir un escenario de altísima complejidad.

—¿Usted dice que Milei no quiere que los chicos se eduquen?

—Hay mucha enunciación en torno al desfinanciamiento. Queremos destacar que no es posible declarar que se tiene interés en la educación si no se ponen los recursos necesarios. Solo hay interés si se pone inversión. Es una discusión profunda que damos con la derecha desde 2015.

—¿Qué discusión?

—Se llenan la boca respecto al interés sobre la educación y siempre desfinancian, reducen el salario docente, no invierten lo que hay que invertir. Nos parece que ahora va a pasar lo mismo. No hay una sola norma en el DNU o proyecto de la ley ómnibus que favorezca a la educación, o que hable de inversión educativa o de calidad educativa. Hay todo un discurso sobre la educación pero que no se ve en las decisiones que toman en inversión educativa. Ellos tienen que llegar a invertir el 6 por ciento del PBI en educación, no tienen que dejar de invertir.

—Entonces, ¿Milei tiene interés en que los chicos se eduquen?

—Creo que a Milei no le interesa la educación, porque si le interesara no cortaría el FONID, el fondo de conectividad, el fondo de compensación salarial, ni todas las partidas que corresponden que la Nación le transfiera a la provincia. También todo lo que tiene que ver con infraestructura, con educación técnica, de adultos, con la formación docente, con el incremento jornada escolar, con la compra de libros y equipamiento. No tengo dudas que no hay interés genuino.

—¿Existe este mismo planteo en el resto de las provincias?

—Todos los ministros de Educación de las provincias firmaron una nota dirigida al secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell, expresando su preocupación ante la falta de transferencia de los fondos nacionales. Yo, que tengo muchos años en esto, nunca vi algo así. En el caso de la provincia de Buenos Aires, son 14.500 millones de pesos mensuales. Todos los otros fondos que se mencionan, como el de Infraestructura, son importantes porque hay que entender que las provincias entre el 92 y 95 por ciento de su presupuesto educativo lo destinan a salarios. No tienen mucho juego para invertir en otras cosas.

—¿Quiere decir que hay una unidad de criterio de las provincias contra la Nación en materia educativa?

—Hay una conversación fluida entre los gobernadores. Eso existe. Muchos gobernadores han alentado a sus ministros a firmar la nota. Las relaciones en el Consejo tratamos de que sean adultas y generosas, sabiendo que, por lejos, no pensamos lo mismo. Pero en este Consejo hubo espacio para hablar de alfabetización, de cómo enseñarles mejor a los chicos. Se puede charlar. Algunos ministros creen que hay que hacer ajustes. Nosotros no coincidimos. Pero en el financiamiento sí estamos de acuerdo.

—¿Hubo una respuesta de parte del Ministerio de Capital Humano sobre cómo seguirá la situación?

— No hay comunicación oficial de cómo seguir. El FONID proviene de una ley de 1998. Pasaron presidentes de todo color político. Menem, De la Rúa, los cinco presidentes en una semana, luego Duhalde, Néstor, Cristina, Macri y Alberto. Siempre se renovó. El FONID más la Conectividad significan alrededor de 32 mil pesos por cargo docente, y hay maestros que tienen dos o tres cargos.

—¿Le pudo plantear esto a la ministra Pettovello?

—No hemos hablado con Pettovello porque la relación directa es con Torrendell y su equipo. Sí hemos hablado con frecuencia con él y se comprometió en elevar a quien corresponda nuestro pedido. Con la ministra de Capital Humano no tenemos relación.

—¿Fueron notificados sobre si el FONID volverá a ser depositado a la provincia?

—No tuvimos ninguna comunicación oficial. Hay una argucia jurídica en el fondo. En el 2022 el FONID fue prorrogado por el gobierno de Alberto Fernández por dos años. Alguien puede decir que se cayó en enero de 2024. Es un argumento jurídico formal, pero tácitamente, hace 26 años que se prorrogaba. Se trata de un decisión política.

—A raíz de las últimas decisiones que tomó, ¿ve en Pettovello una funcionaria con las condiciones para abordar una cartera tan amplia que incluya a la Educación?

—Pettovello está demostrando una seria ineptitud. Su propuesta de atender a cada uno de los que tenían necesidades realmente fue un despropósito. Tiene competencia sobre Educación, pero no tiene formación. Se puede decir que el responsable es Torrendell. No me parece que Pettovello tenga una formación social como para estar al frente de secretarías de esta magnitud.

—Sobre la nota presentada con el resto de los ministros, ¿no puede ser tomado por el Gobierno Nacional como un comportamiento de casta, tal como usan el concepto?

—Ese es otro capítulo que, por mi formación, miro con más atención. Milei es un presidente que tiene dos o tres años de vida pública y sesenta días de presidente en los que no se le escuchó una expresión que muestre empatía con el otro. No tiene la menor preocupación por la alteridad. Solo le vi gestos de ternura con sus hijos de cuatro patas. Es muy preocupante. Habla de los gobernadores como animalitos y dice que los que no votaron la ley ómnibus son una mugre.

—¿Cree que se trata de actitudes vengativas?

—Alguno me dijo que es una venganza. Pero no es una venganza contra el gobernador de la provincia de Buenos Aires, es contra 17 millones de bonaerenses. ¿Cómo puede un presidente de la República ejercer venganza sobre una cuestión legal y legítima como lo es no acompañar una ley? Eso no es clandestino ni ilegal, es todo lo contrario.

—¿Milei y Pettovello integran una casta?

—Aquella expresión de la casta terminó siendo un significante vacío. Terminó siendo la política y sirve para toda esa agresión que Milei hace sobre la política y políticos, diciendo que son mugre, que son chorros, opresores, parásitos o ladrones. Él se ha aliado con lo peor de la casta, siguiendo su propio razonamiento. Está por hacer otra convergencia con el PRO y Macri que no es programática, sino que simplemente es un campo de intereses. Por las últimas medidas que tomó, para Milei hoy la casta son las maestras y los maestros, y es el enemigo al que quiere agredir.

—¿Cómo toma la idea de que Milei aplique un modelo de estas características frente a un modelo que él considera que no funcionó?

—Es falso que no funcionó. Hay cuestiones que son objetivas. El kirchnerismo dejo 2 mil escuelas construidas y otras mil en obra. Entregó 5.400.000 de netbooks, creó 17 universidades, llevó la inversión en educación del 3,5 por ciento del PBI al 6 por ciento. Hoy con la gestión de Kicillof se llevan inauguradas 209 instituciones educativas. Hay 500 mil chicos más en el secundario, y adultos que llegaron.

—¿No hay una deuda en materia de formación de los chicos?

—Hay otro capítulo en el que sí tenemos una deuda, que es el del aprendizaje. Pero no vamos a mejorarlo quitando recursos. Solamente el camino es invirtiendo. Construyendo escuelas y distribuyendo.

—En estos días volvió a mencionar el ausentismo docente como otro tema sobre el que hay que trabajar. ¿Por qué?

—Creemos que es una época que hay que hablarle claro a la sociedad. Nosotros tenemos dos objetivos: que haya clases todos los días y que los chicos aprendan más. Para el primero, trabajamos con prestatarias de medicina, evaluamos el régimen de licencias, y estamos mirando algunas licencias de corto plazo que son la mayoría de las ausencias de los docentes. También estamos viendo el ausentismo de los alumnos, porque post pandemia tenemos un alto nivel de ausencia en el nivel primario e inicial. Eso es responsabilidad de las familias. Y sobre lo segundo hay un trabajo fuerte en materia de alfabetización. Incluso lo estuvimos charlando ahora en el Consejo Federal con el resto de las provincias. Siempre se está trabajando en mejorar el aprendizaje.

—¿Qué acciones va a tomar la provincia respecto a que no se depositen los fondos nacionales?

—Seguimos con una paritaria abierta, como si nunca hubiera parado, con reuniones explícitas y otras informales con los gremios.

—¿Qué significa eso?

—En constante contacto telefónico y también con reuniones presenciales. Hay una voluntad de afrontar el ciclo lectivo y que pueda ser con el orden que debe tener.

—¿Se analiza la posibilidad de ir a la Justicia?

—Ese es un resorte del gobernador. La complejidad de la situación es día a día. Hay que ver qué sucede ante la nota que enviamos desde el Consejo Federal de Educación. Quizás haya una revisión de esta decisión, aunque no tengo expectativas. Si no la hay, el 1 de marzo veremos qué hacer.

—Uno de los problemas que enumeró al principio es que la Nación desregula las cuotas en los colegios privados. ¿En la provincia será así también?

—No. La Nación desregula y deroga algunas normativas que obligaban a las escuelas a informar los aumentos a la Secretaría de Comercio. En la provincia no desregulamos. Tenemos 6300 escuelas privadas, donde 4300, es decir, el 70 por ciento, tienen subvención. En la gran mayoría, esa subvención oscila entre el 80 y 100 por ciento de los salarios docentes. Nosotros mantenemos la norma que tenemos vigente que establece un límite para la matrícula y la cuota. Es algo que ya tenemos conversado con las cámaras que representan a las escuelas privadas así como con la comunidad de escuelas católicas.

—¿Las otras dos mil sí cuentan con la libertad de establecer sus cuotas cómo deseen?

—Dentro de esas dos mil, hay sólo 600 de alto poder adquisitivo, y el resto no. Son escuelas que quieren entrar a la subvención. Aún no entraron. Son escuelas sencillas. En ese marco, siempre está la supervisión de la provincia, pero pactan una cuota libre con la familia y no tienen topes.

—La Universidad de Quilmes, por ejemplo, ya publicó que recortará su oferta académica por falta de presupuesto. ¿La provincia intercederá en esos casos?

—El tema de las universidades es un escenario más lejano porque son autónomas. Sí hay diálogo con los rectores, que ven un escenario muy difícil. Con los valores de hoy dicen que no llegan más allá de abril o mayo en materia presupuestaria. Supongo que ahí habrá otra discusión profunda. El grueso del presupuesto del ex Ministerio de Educación de la Nación es el presupuesto universitario. Puede ser que allí haya un recorte. Es una discusión que llevarán a cabo los rectores. Nosotros contamos con más de 20 universidades en territorio bonaerense y ojalá puedan sostenerse porque trabajamos mucho con ellas.